El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, no recurrirá a la vía del decreto presidencial para prohibir la discriminación por orientación sexual en las empresas que contraten con el Gobierno, decisión que ha decepcionado a los colectivos homosexuales.
Aunque tiene poder para ello, el presidente prefiere que la prohibición sea por vía de una ley aprobada en el Congreso y no por un decreto del Poder Ejecutivo, según ha indicado la Casa Blanca.
A principios de abril 72 miembros demócratas del Congreso habían pedido a Obama que prohibiera, por decreto, esa discriminación en las compañías que firman contratos de servicios u obras con el Gobierno Federal.
Un comunicado distribuido anoche por la Casa Blanca señaló que Obama «ha apoyado por mucho tiempo una Ley de No Discriminación en el Empleo que prohibiría que los empleadores en todo el país discriminen sobre la base de la orientación sexual y la identidad de género».
La actitud de Obama es la misma que tuvo acerca de la derogación de una ley de 1993 que prohibía que los homosexuales prestaran servicios en las Fuerzas Armadas si revelaban su orientación sexual.
Aunque el presidente tenía autoridad para terminar la veda por decreto, prefirió que fuera el Congreso el que la cancelara -como de hecho ocurrió en 2010- con el argumento de que un decreto del poder ejecutivo puede ser invalidado por un futuro presidente.
«Estamos muy decepcionados con esta decisión y seguiremos abogando por un decreto presidencial», señaló en una declaración Joe Solmonese, presidente del grupo Human Rights Campaign que promueve los derechos de los homosexuales y transexuales.
«La triste verdad es que hay buenos trabajadores en Estados Unidos que pueden ser despedidos de su empleo simplemente porque son homosexuales o han cambiado de sexo», añadió.
Los legisladores le habían pedido a Obama que ampliara el alcance de un decreto emitido en 1965 por el entonces presidente Lyndon B. Johnson y que prohibió que los contratistas gubernamentales discriminaran por razones de raza, color, religión, sexo u origen nacional.
El mayor departamento del Gobierno de EE.UU. es el Pentágono y los cinco mayores contratistas de ese ministerio ya han adoptado una política de ese tipo, según los legisladores.
«La oportunidad de ampliar las protecciones contra la discriminación en los lugares de trabajo para que alcancen a los homosexuales, bisexuales y personas que han cambiado de género es un paso crítico que puede dar hoy», señalaron los legisladores a Obama.
Según la carta, «los datos y la investigación nos indican que el 43 % de los homosexuales y bisexuales y el 90 % de los transexuales han experimentado discriminación en el lugar de trabajo».