Ocho casas que estaban ubicadas a orillas del estero Salado, en la Mz. B 15 de la cooperativa Esmeraldas Chiquito, en el sur de Guayaquil, se desplomaron esta madrugada.
Un fuerte ruido alarmó a los habitantes aproximadamente a las 04:00 de este martes. «Oímos un estruendo y sentimos que temblaba la tierra, y en una sola hilera se cayeron las casas», explicó uno de los moradores del sector.
Al momento de la tragedia había personas en el interior de las humildes viviendas, pero los vecinos al percatarse de lo que sucedía dieron la alarma, por lo que lograron salir a tiempo.
«Gracias a Dios no hay muertos ni heridos», dijo uno de los testigos.
Algunos lograron rescatar unos pocos enseres. «Solo televisor y cocina pude sacar, el resto se me quedó», manifestó uno de los damnificados.
Mariuxi Anchundia, coordinadora de Respuesta de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), quien llegó esta mañana al lugar del suceso, explicó que otras 19 viviendas están en peligro de colapsar.
La funcionaria indicó que el primer paso es la evacuación y que se ha activado el COE provincial para coordinar la reubicación de unas 118 personas.
Hasta el sitio llegaron también miembros de la Policía Nacional, representantes del Ministerio de Vivienda (Miduvi), y de la Eléctrica de Guayaquil.
Ayer, lunes, veinte familias vieron como el suelo comenzaba a abrirse en ese sector. En algunas casas se produjeron fisuras en los pisos y paredes.
Ante ello, personal de la SNGR acudió al lugar para constatar la magnitud de los daños. Tomaron datos del número de personas que habitan en cada inmueble y desde cuándo están instalados al pie del estero.