En un esperado reporte, la ONU confirmó el uso de armas químicas durante el conflicto sirio. Un equipo de inspectores de la ONU inició una investigación en agosto para determinar si habían sido usadas armas químicas en un suburbio en la capital Damasco.
Los líderes de la oposición acusaron en ese entonces que el ataque con armas químicas causó la muerte de 1,300 personas. El presidente sirio Bachar al Asad negó el ataque y el gobierno impidió que los inspectores llegaran al lugar durante días.
Los expertos investigaron en siete instancias su uso y concluyeron que las armas fueron usadas o probablemente usadas en cinco de esas instancias. El caso que fue más claro para los inspectores fue un incidente cerca de Damasco, la capital.
«La misión de las Organizaciones Unidas recolectó evidencia real y convincente de que las armas químicas fueron usadas en contra de civiles, incluidos niños, en una escala relativamente prolongada en el área de Ghouta en Damasco el 21 de agosto del 2013», se lee en el reporte de 82 páginas, que fue publicado ayer.
Las muestras de sangre y de orina de los pacientes resultaron positivas para sarín y otras firmas de sarín. Los inspectores dicen que también recolectaron información creíble o evidencia consistente del probable uso de armas químicas en Khan al Asal, Jobar, Saraqueb y Ashrafiah Sahnaya.
El reporte no especifica si el gobierno o los grupos opositores fueron responsables de los ataques, que sucedieron entre marzo y agosto de este año.
En septiembre, la ONU confirmó el uso de gas sarín. Los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña culparon en ese entonces al régimen de al Asad. El secretario de estado y el presidente Obama ya habían calificado como «innegables» el uso de armas químicas en contra de la población civil durante el conflicto. Miles de personas han muerto y millones han sido desplazados desde que inició la guerra civil en Siria hace más de dos años.
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