Naciones Unidas.- El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, lanzó hoy un llamamiento para proteger a los habitantes de las zonas desérticas del mundo, que son más de 1.000 millones de personas que también viven en situación de pobreza.
«Cuando se protegen esas áreas, se está actuando en muchos frentes al mismo tiempo», señaló Ban en el día mundial para combatir la desertización y la sequía.
El secretario general de la ONU precisó que con ese tipo de políticas «se refuerza la seguridad alimentaria, se combate el cambio climático, se ayuda a los pobres y se aceleran los progresos hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio» (ODM), que buscan, entre otros, reducir la pobreza a la mitad en 2015.
No obstante reconoció que la desertización sigue siendo un problema importante y que debido a ello en los últimos cuarenta años casi un tercio de las tierras de cultivo del mundo se han vuelto improductivas y sus agricultores las han abandonado.
Según datos de la ONU un cuarto de la masa terrestre, que equivale a 3.600 millones de hectáreas, está cubierto por desiertos y su avance amenaza la subsistencia de 1.000 millones de personas en el mundo.
Las pérdidas económicas anuales causadas por la desertización de la tierra supera los 40.000 mil millones de dólares, según datos del organismo multilateral.
Ban agregó que las tensiones que crean la sequía, la hambruna y la mayor pobreza amenazan con crear problemas sociales y forzar a las poblaciones hacia la inmigración, además de inestabilidad política y potenciales conflictos armados.