Mientras se realizaba ayer el masivo funeral de Daniel Zamudio, un homosexual, de 24 años, que fue golpeado y torturado por un presunto grupo de neonazis en Santiago, las Naciones Unidas denunciaban su muerte.
El representante de la ONU, Rupert Colville, deploró en Ginebra (Suiza) “ese acto criminal” y exhortó al país sudamericano a adoptar una ley que sancione los crímenes fundados en la orientación sexual.
El joven fue agredido salvajemente, el 3 de marzo, por cuatro simpatizantes neonazis y sucumbió a sus heridas 25 días más tarde. “Deploramos este acto criminal violento que costó la vida a este joven y exhortamos al Congreso chileno a votar una ley contra la discriminación, especialmente la que se funda en la orientación sexual”, declaró el portavoz del Alto Comisionado.
El vocero añadió que se pedía también a Chile que promulgue una legislación sobre “los crímenes odiosos que establezca que los prejuicios apoyados en cualquier motivo, en especial la identidad u orientación sexual, sea un factor agravante”.
Fotos de Zamudio, divulgadas por la familia, mostraron que el joven sufrió numerosos golpes en la cabeza y fue quemado con cigarrillos. Además le marcaron el cuerpo con símbolos y consignas nazis. Este crimen se produce después de que un movimiento sobre los derechos de los homosexuales diera sus primeros pasos en Chile.
El presidente Sebastián Piñera presentó en 2011 un proyecto de ley sobre la familia que incluía el reconocimiento civil de las parejas homosexuales, pero el proyecto no avanza en el Parlamento.
Mientras tanto en Santiago, Daniel Zamudio fue despedido en un masivo funeral callejero, cargado de peticiones para poner fin a la discriminación en el país.
El cortejo fúnebre con los restos del joven salió desde su casa ubicada en la comuna de San Bernardo (sur), recorriendo un largo trayecto hasta el Cementerio General en el que fue acompañado por cientos de personas que lo despidieron con flores y pañuelos blancos.
“Quiero agradecer en representación de toda mi familia. Ya habrá tiempo para la justicia, solo les pido respeto y les agradezco de corazón por cada gesto y lágrima que derramaron por mi hermano”, expresó Diego, hablando ante la multitud que reclamó medidas de defensa de las minorías.
Rolando Jiménez, presidente del Movimiento de Liberación Homosexual, se sumó al funeral y exhortó: “Nosotros queremos igualdad ante la ley, Daniel es un ejemplo de la necesidad y la posibilidad de cambiar las cosas”.