Las agencias humanitarias de las Naciones Unidas alertaron hoy de que los altercados violentos ocurridos en los últimos días en Haití dificultan la lucha contra la extensión del cólera en el país y, de continuar, podrían provocar una multiplicación exponencial de los casos.
«Los altercados han ralentizado las labores de prevención del cólera y han impedido que medicamentos y otros materiales alcanzaran su destino», señaló en rueda de prensa la portavoz de la Oficina Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA) Elisabeth Byrs.
La portavoz citó algunos ejemplos, como la suspensión de un programa de Oxfam para colocar cloro en el agua que beben 300.000 personas, o el saqueo y quema de un almacén del Programa Mundial de Alimentos (PMA) donde se guardaban 500 toneladas métricas de comida.
La portavoz de Unicef, Marixie Mercado, señaló que «la violencia de estos últimos días pone en peligro la respuesta a la epidemia, y ya ha impedido la distribución de materiales esenciales para salvar vidas».
De hecho, Mercado señaló que si la violencia se extendiese, «la tasa de mortalidad podría multiplicarse por cinco», algo que después matizó y explicó que el cólera es una enfermedad que evoluciona muy rápido si no se trata, por lo que es «esencial» que se implementen lo más rápidamente posible todas las acciones necesarias para evitar la propagación de la epidemia.
Cientos de manifestantes han acusado en los últimos días a la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah) de haber originado la epidemia de cólera al verter materia fecal a un río que atraviesa el departamento de Artibonite, donde se inició la epidemia.
Aunque la misión de la ONU ha negado reiteradamente estas acusaciones y ha asegurado que en todo momento ha manejado correctamente los vertidos fecales, las críticas se han mantenido y han propiciado incidentes que esta semana causaron tres muertos en la ciudad de Cabo Haitiano (norte) en enfrentamientos de manifestantes con las tropas.
La jefa del servicio de información de la ONU en Ginebra, Corinne Momial-Vanian, señaló hoy que se han realizado test de cólera a los miembros de la Minustah y todos han dado negativo, «lo que no quiere decir que no pueda haber sido un casco azul quien ha importado la infección», y añadió: «La investigación continúa, pero debemos saber que la respuesta de (cuál es el) origen tal vez nunca se obtendrá».