El próximo 28 de junio concluye el acuerdo de gestión transitoria que firmó el Cabildo con las operadoras del Corredor Central Norte, en febrero de este año. Luego de esa fecha, los operadores harán las gestiones para suscribir un nuevo contrato, pero esta vez propondrán un nuevo modelo de gestión.
Wilson Chamba, presidente del Corredor Central Norte, explicó que la intervención del Municipio durante los últimos tres meses ha sido positiva, pues ha permitido que ingresen nuevos recursos para que el sistema sea rentable.
«Aparentemente las cosas mejoraron, ya que antes se retenía el dinero de la recaudación, lo que generó el problema en febrero: ahora ya no hay retenciones porque el Municipio está a cargo, pero los costos son mayores a los anteriores», explicó Chamba.
Desde el pasado 24 de febrero el Cabildo decidió intervenir en las operaciones del Corredor, una vez que se evidenciaron los problemas internos entre el fideicomiso de operadoras de transporte compuesto por 716 socios y accionistas con la empresa recaudadora Taski.
Actualmente el Municipio recauda el dinero de los pasajes, y para ello tiene 86 empleados.
El titular del sistema de transportación añadió que dentro del nuevo convenio se tiene que aclarar que el Cabildo debe asumir los costos complementarios de la operación como el mantenimiento de las paradas.
Asimismo, dentro del nuevo contrato se sugerirá que se analicen las rutas actuales de los alimentadores, ya que algunas no son rentables, y la creación de otras nuevas que atiendan a más barrios.
Uno de los cambios más notorios en el Corredor Norte es su imagen renovada. Cubiertas de vidrio, puertas eléctricas, iluminación y nueva infraestructura son parte de las 26 paradas del sistema que opera en la ciudad desde hace siete años y moviliza a un promedio de 200.000 pasajeros al día.
La operación de esta troncal de articulados inicia en el sector de La Ofelia, en el norte de la ciudad, y avanza hasta La Marín, en el Centro Histórico.
Además cuenta con un sistema de alimentadores que está conformado por 74 articulados y 131 buses de servicio urbano que recogen a los pasajeros de las terminales ubicadas en La Ofelia y el Seminario Mayor y que atienden a los moradores de barrios como Calderón, Carapungo, El Placer, etc. La intervención contempló 22 paradas simples y cuatro dobles, con una inversión de $ 1'591.356, costo que fue asumido por el Cabildo. Los trabajos se hicieron en seis meses.
Para José Zapata, quien usa a diario este sistema de transporte para dirigirse desde su domicilio en Calderón hasta la Universidad Central, «hay una gran diferencia» con respecto a las antiguas paradas, que eran vetustas y lucían sucias.
Carmen Lagos, otra pasajera, recordó que durante la época de lluvias el agua pasaba por la cubierta de las estaciones y tampoco «había seguridad para los usuarios».
Carlos Poveda, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Transporte de Pasajeros (Epmtp), indicó que dentro de los trabajos de reconstrucción se utilizaron materiales modernos y livianos que permiten el cónfort y seguridad de los usuarios que utilizan este servicio.
Se estima que la vida útil de la nueva infraestructura llegue a los 25 años. Las paradas estuvieron listas a inicios de año, sin embargo, la estación del Seminario Mayor fue entregada a los usuarios el pasado 7 de mayo. Solo esta recibe a 12 mil usuarios al día, según la Epmtp.
Y aunque el primer día de operaciones tuvo algunos inconvenientes como que los articulados no recogían a los pasajeros en la nueva infraestructura sino en paradas provisionales, en el transcurso de la semana se fueron superando.
Entre los trabajos realizados estuvo el desmontaje de la estructura anterior y se utilizó la plataforma existente para colocar una ruta adecuada y tecnológica de instalaciones eléctricas y electrónicas e implementar nuevos elementos como: puertas automáticas, acero resistente, vidrio templado, cubierta, sistema de recaudo para la entrada y salida de usuarios, e iluminación. Además la señalética interna: letreros con el nombre de la parada, ingreso y salida, y mapa de ubicación.
Del mismo modo, la señalética externa: pasos cebra, flechas de dirección de los vehículos, estacionamiento de bicicletas, rampas para discapacitados, áreas y señalización para no videntes y seguridad.
Por otro lado, también se intervino en la Terminal Norte de Pasajeros La Ofelia. Ahí se colocó señalización de tipo horizontal y consta de líneas de división de carriles, líneas de pare, ceda el paso, cruces peatonales o pasos cebras, reductores de velocidad, entre otros.
Jerónimo Marín, chofer de un alimentador, señaló que los arreglos son adecuados, pues recuerda que por varios años el sistema permaneció descuidado.