El tercer mandato presidencial de Rafael Correa inicia con una reestructuración del Estado que se aplicará en el periodo 2013 – 2017, según informó el recién posesionado Jefe de Estado durante su primer enlace sabatino, realizado esta vez desde el parque Samanes en Guayaquil.
Durante su rendición de cuentas presentó el nuevo organigrama del Gobierno Central y aseveró que cuando llegó había un caos porque todo estaba centralizado, «solo la Presidencia tenía 25 unidades adscritas». «Eso se modificó y se le dio lógica (al organigrama) dividiéndolo en 8 ministerios coordinadores, pero subsistían algunas fallas», detalló, las mismas que fueron corregidas para optimizar el trabajo.
Luego de varios años de Gobierno ese esquema dio resultado, pero ahora lo que se ha buscado es optimizarlo para mejorar el rendimiento, insistió Correa.
Explicó que con la reestructuración actual habrá seis ministerios coordinadores, que son las seis áreas en las que se dividió el Estado y que serán reforzadas con varias Secretarías.
«Cada vez vamos mejorando la institucionalidad, lo que queremos es mejorar y eso está bien», afirmó.
La nueva estructura fue elaborada por la Secretaría de Planificación y Desarrollo (Senplades), entidad que informó que «los ministerios coordinadores son: de Desarrollo Social, de Política Económica, de la Producción, del Conocimiento y Talento Humano, de Sectores Estratégicos y de Seguridad.
Estos se potencian con las secretarías nacionales: de Planificación y Desarrollo (Senplades), de la Administración Pública, de Gestión de la Política (antes Ministerio Coordinador de la Política), de Comunicación y de la Presidencia de la República.
Mientras que la Vicepresidencia de la República tendrá a su cargo la Secretaría Técnica del Cambio de la Matriz productiva y la de Discapacidades.
Otro tema que abordó el mandatario fue la seguridad. Así, se refirió específicamente al Golfo de Guayaquil. El Mandatario dijo que entiende la postura de los pescadores que han sido víctimas en reiteradas ocasiones de los piratas, pero pidió la colaboración de los empresarios. «Cuando había el problema de la inseguridad en las ciudades optamos por atacar las cachinería porque todas esas cosas robadas tenían un mercado. Ahora quienes se roban el camarón no van a pasar tres años comiendo camarón, hay ciertas empacadoras que compran lo robado», sentenció, y pidió a la fuerza pública que interviniera a través de su equipo de inteligencia.
Resaltó también que los ganaderos le presentaron la propuesta de cargar armas bajo la responsabilidad del gremio, para reforzar la seguridad, y acotó que lo mismo se puede hacer con agricultores en general y camaroneros.
«Esta medida es provisional hasta que el Estado pueda garantizar la seguridad en el sector rural, mientras tanto hay que actuar con inteligencia. Así que es más fácil atrapar a los delincuentes que compran lo robado», afirmó.