El subdirector de diario El Telégrafo, Orlando Pérez, en El Ciudadano Radio explicó la publicación realizada por dicho diario, respecto a la relación que habría existido tiempo atrás con la concesión de las telefónicas móviles (Conecel y Otecel,) con tres medios de comunicación (El Comercio- El Universo y Ecuavisa). Además ratificó el perjuicio al Estado en esos negocios.
“Me llama la atención por qué los medios de comunicación, en más de 15 años no investigaron. Sospecho que no lo van hacer porque parecería que podrían afectar ciertos intereses o destapar otras revelaciones”.
Al ser consultado de cómo se logró los resultados de dicha investigación, respondió que esto es un tema de algunos años atrás “siempre hubo la sospecha y la duda de cómo se realizó la concesión de las telefónicas en los años 1993 y 1996”, señaló.
Reveló que esa situación- en algunos medios de comunicación- era un secreto a voces pero que nunca se lo publicó ni se investigó nada, porque a decir de él, eso afectaba en la pauta publicitaria que las telefónicas pautaban. en los medios de comunicación.
Agregó que no sólo era eso sino que había otros intereses. Así dijo que hace algunos meses atrás se delegó a la unidad investigativa del diario sondear en algunos documentos y se acumuló información muy amplia. “Lo sorpresivo para nosotros fue encontrar que en esos documentos aparecían los nombres de empresas como: El Comercio- El Universo y Ecuavisa. Eso ya nos dio al pauta de que había algo más complejo”, subrayó.
“Hace 15 días logramos armar todo y se hizo público”, señaló al agregar que en dicha investigación los medios de comunicación mencionados formaron parte del primer contrato de concesión de las telefónicas en 1993 (…) Tras ver que el negocio avanzaba bien, deciden vender las acciones a empresas en paraísos fiscales y hasta ahí llega su participación”.
De igual forma, Pérez informó que por la concesión de 15 años, cada telefónica pagó 53 millones de dólares, es decir entre las dos sumaron 106 millones de dólares. Y los ingresos por esos negocios superaron los 7 mil millones de dólares. “Eso, a larga, da muestras claras que algo muy extraño ocurrió con este negocio”, acotó.
Fue muy enfático en decir que se trata de tema muy complicado pero -agregó- que en el 2008, los que renegociaron la concesión ya no fueron los mismos, “es decir se fueron con un montón de plata y vendieron un gran negocio, porque para suerte de los empresarios, la telefónica celular creció geométricamente en un tiempo muy corto”, subrayó.