Yates estuvo a cargo de la primera investigación policial del caso de los pinchazos telefónicos del tabloide, iniciado en 2006, pero en 2009 lo dio por cerrado y consideró que no era necesario reabrir la pesquisa.
La posición de Yates era prácticamente insostenible después de que ayer dimitiera por sorpresa el comisario jefe de Scotland Yard Stephenson por su relación con Neil Wallis, un exsubdirector del «News of the World» detenido la semana pasada por su supuesta implicación en los pinchazos telefónicos del tabloide.
Yates, que hasta última hora se resistió a dimitir, fue quien supervisó la contratación de Wallis como consultor de la Policía Metropolitana de Londres, puesto que mantuvo hasta septiembre de 2010, cuando ya había estallado el escándalo de las escuchas.
Poco antes, el subcomisario había señalado a los periodistas que no tenía intención de renunciar, pues no había hecho nada incorrecto pero, al parecer, iba a ser suspendido por la comisión disciplinaria de la policía, reunida hoy por su caso.
Con la renuncia de Yates, que ha sido aceptada, Scotland Yard debe renovar a sus dos principales responsables a solo un año de que se celebren los Juegos Olímpicos de Londres 2012, que plantea un extraordinario reto la seguridad de una ciudad de ocho millones de habitantes.
El alcalde de Londres, Boris Johnson, dijo que la dimisión de Yates es «lamentable» pero que se trata de «la decisión correcta», las mismas palabras que utilizó para referirse a la renuncia de Paul Stepehnson.
Tanto Stephenson como Yates tienen previsto declarar mañana ante el comité de Interior de la Cámara de los Comunes sobre el caso de las escuchas del «News of the World», una bola de nieve que ha causado ya cuatro dimisiones desde el pasado viernes.
La policía está siendo muy presionada en la crisis porque, además de cerrar la investigación de las escuchas ilegales, varios agentes aceptaron durante años sobornos del tabloide a cambio de información.