Un centro para la hospitalización de jóvenes dependientes de drogas será el principal legado social del viaje apostólico que el papa Francisco realizará a la ciudad brasileña de Río de Janeiro, entre el 22 y el 28 de julio, para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
En uno de los actos paralelos a la JMJ, el pontífice visitará el Hospital San Francisco de Assis de esta ciudad, en donde inaugurará un ala destinada a la hospitalización de personas con dependencia, según la agenda del papa Francisco divulgada este martes por el Vaticano y detallada por la Archidiócesis de Río de Janeiro.
«El centro de atención para dependientes cumple tanto el objetivo de la JMJ de ofrecer ayuda a los jóvenes como el deseo del papa Francisco de privilegiar a los necesitados», dijo el arzobispo de Río de Janeiro, Orani Tempesta, en una rueda de prensa.
Según el prelado, el llamado Polo de Atención Integrada de Salud Mental (PAI) estará destinado a la recuperación de dependientes químicos y será el primero en Río de Janeiro preparado para la hospitalización de los mismos.
Esta será otra de las 23 especialidades ofrecidas en el hospital del barrio de Tijuca, administrado por la archidiócesis y que cuenta con 350 médicos.
El arzobispo de Río de Janeiro explicó que, además de la clínica para dependientes, el PAI funcionará como un hospital escuela en que será ofrecida capacitación para médicos, psiquiatras y psicólogos interesados en la atención de personas con problemas con drogas.
Igualmente será un centro desde el que se administrará una red de cerca de 30 instituciones de la Iglesia, entre haciendas, casas de recuperación y proyectos de atención, destinados a tratar a dependientes.
«El centro será destinado a los que por alguna razón necesiten hospitalización», afirmó.
La clínica será inaugurada en momentos en que el Gobierno brasileño y las autoridades de diferencias ciudades del país discuten leyes que pueden determinar la hospitalización obligatoria de dependientes químicos recogidos en las calles.
La Alcaldía de Sao Paulo puso en ejecución este año un proyecto para hospitalizar en centros médicos públicos a los dependientes de crack que duermen en las calles y la de Río de Janeiro estudia una iniciativa similar.
Durante su visita al hospital, el papa Francisco se reunirá con algunos jóvenes que son tratados contra la dependencia, así como con los especialistas que lo atienden.
«Estudiamos la posibilidad de que alguno de esos jóvenes dependientes pueda conversar directamente con el papa y contarle su historia», afirmó Tempesta.
Según la agenda divulgada este miércoles, el pontífice participará en los actos centrales de la JMJ en Río de Janeiro, entre ellos una ceremonia de acogida, un vía crucis por el turístico barrio de Copacabana, una vigilia y la misa de clausura.
También tendrá un encuentro con la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, con diferentes autoridades políticas y económicas del país, con jóvenes infractores recluidos, con jóvenes dependientes de drogas y con el alcalde de Río de Janeiro, en cuyo despacho bendecirá la bandera olímpica, ya que la ciudad será la sede de los Juegos Olímpicos de 2016.