El fiscal Lisandro Martínez, quien investiga la muerte del fotoperiodista Juan Antonio Serrano -ocurrida el 2 de septiembre pasado en Cuenca- descartó que el fallecimiento se haya producido en una riña.
Para el representante del Ministerio Público no “existió una riña dentro de la fiesta y se comprueba, de la reconstrucción de los hechos y de algunos elementos de convicción que la entidad ha recogido, que efectivamente hubo una acción delincuencial debidamente planificada que se inicia con el robo de los cuchillos durante la fiesta y que termina con el asesinato de Juan Antonio Serrano”.
Agregó que “que existió o existe contradicción de los cinco imputados en las versiones rendidas durante la etapa de indagación, previa a la audiciencia de formulación de cargos, así como durante estos 30 días que se lleva a cabo la etapa de instrucción”.
El funcionario dio sus declaraciones la mañana de ayer, luego de que durante la noche anterior se cumpliera por más de ocho horas la reconstrucción de los hechos en varios sitios de Cuenca. La primera parada de la diligencia fue la vivienda en que se produjo el crimen, ubicada en Calle Larga y General Torres.
Posteriormente, quienes intervinieron y presenciaron la reconstrucción se dirigieron al sector de la avenida 27 de febrero, sitio en donde fue arrojada el arma homicida.
El tercer sitio recorrido fue una casa ubicada en la ciudadela álvarez, de la capital azuaya; en ese lugar el presunto criminal se habría cambiado de ropa y lavado sus manos para borrar los vestigios.
Finalmente, se llegó a un cajero automático ubicado alrededor de la intersección de las calles Bolívar y Borrero, sitio en el que miembros de la Policía aprendieron a los sospechosos.
Alrededor de un centenar de familiares y amigos de los imputados gritaron consignas y reclamaron justicia en el caso durante la diligencia. También exigían que se permitiera la presencia de la prensa durante el procedimiento judicial.
Según algunas fuentes, se habrían congregado, además, para impedir el traslado de los detenidos a cárceles de otras ciudades del país.
Juan Antonio Serrano murió hace casi un mes en un confuso incidente sucedido al final de una fiesta realizada en un domicilio de la capital azuaya.