Un miércoles cualquiera en Paraguay. Alrededor de 2000 efectivos policiales queman ranchos y destruyen cultivos orgánicos de autoconsumo. Los “Sintierras” no oponen resistencia. El gobierno de facto arrecia con su política represiva en el campo.
Efectivos policiales con carros hidrantes, montada, perros amaestrados y cascos azules, queman viviendas y otras pertenencias. La destrucción de los cultivos de autoconsumo de los campesinos sin tierra de la Colonia Regina Mareco, ubicada a unos 17 km. de la ciudad de Juan de Mena, Cordillera, y a unos 120 km de la ciudad capital Asunción, es terrible.
El desalojo ocurre el miércoles 26 de septiembre en horas de la mañana. El procedimiento está encabezado por el fiscal del distrito de Emboscada, Osvaldo Caballero Bracho, quien viene ejecutando varias ordenes de desalojo desde agosto pasado dentro del distrito de Juan de Mena; antes había ordenado un desalojo en el distrito Guido Almada, el pasado 1 de setiembre.
Unos 2000 uniformados encabezados por el fiscal Caballero proceden a la intervención del asentamiento de los Sintierras. Los campesinos, alrededor de 1200 personas pertenecientes a 300 familias, optan por abandonar el lugar atendiendo a que, de resistirse, las consecuencias podrían haber sido terribles. En el momento del desalojo sus dirigentes se encontraban en Asunción gestionando ante el Indert cuestiones administrativas y judiciales.
Una vez que los campesinos salen de sus viviendas y se alejan del lugar, los uniformados, sin necesidad alguna, queman las precarias viviendas y destruyen los cultivos de mandioca, poroto, maíz, melón y sandía. Los policías son apoyados por los peones de la estancia cercana al asentamiento.
Por Rufino Diana Foto: Rufino Diana