El ministro francés de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, dijo hoy que la propuesta de su colega ruso, Serguéi Lavrov, de que Damasco permita a la comunidad internacional controlar y destruir su arsenal químico «merece un examen preciso» y puede ser «admisible con al menos tres condiciones».
En primer lugar, el presidente sirio, Bachar al Asad, «debe comprometerse de inmediato a poner todo su arsenal químico bajo control internacional y permitir su destrucción», declaró en un comunicado el jefe de la diplomacia francesa.
Además, esta operación deberá apoyarse en una resolución apremiante del Consejo de Seguridad de la ONU, «con un calendario corto y consecuencias firmes en caso de que Siria no respetase sus compromisos», añadió.
Como tercera condición indispensable, Fabius citó la necesidad de que «los responsables de la masacre química del 21 de agosto no queden impunes» y que se apele al Tribunal Penal Internacional.
Aseguró que desde el primer momento, Francia se fijó dos objetivos: «la sanción y la disuasión», por lo que ahora pide «compromisos concretos, rápidos y verificables por parte del régimen sirio», añadió.
Moscú «reconoce ahora, bajo la fuerte presión que hemos ejercido, que hay un problema grave con el enorme almacén de armas químicas que posee Bachar al Asad», añadió.