Los ibarreños enfrentan por segundo día consecutivo la falta de buses en la ciudad, debido a la exigencia de los transportistas de que el pasaje se eleve de 0,18 a 0,25 centavos.
Camionetas y hasta bicicletas se han convertido en la alternativa para trasladarse a los lugares de trabajo.
Mientras, las clases en los establecimientos educativos continúan suspendidas.
El alcalde de la ciudad, Jorge Martínez, lamentó la situación porque «no solo afecta a la ciudad y a la comunidad, sino a los mismos transportistas».
Sin embargo, el gremio asegura que la medida continuará hasta que se realice la nivelación del pasaje.
El pasado lunes, las unidades modernas empezaron a cobrar unilateralmente 0,25 centavos.
Según Marcelo Simbaña, dirigente transportista, el Municipio ha demorado la categorización según el año de fabricación de los buses.
De su lado, las autoridades han indicado que ese proceso podría demorar unos tres meses.
El Municipio adoptó medidas para paliar la crisis y autorizó, tanto a buses escolares como institucionales, a brindar el servicio de transporte.