El acuerdo alcanzado esta mañana por los transportistas y la ministra del área molestó al sector del taxismo ejecutivo, representado por Fernando Valdés, quien recalcó que el dirigente de los taxis convencionales, Jorge Calderón, trata de perjudicar el trabajo de los taxistas ejecutivos.
“Lo que sí nos duele es que quieran transformar en una ley represiva donde quieren 30 días de cárcel para aquella persona que presta el servicio sin autorización, pero si hoy se están disputando este divorcio entre la Comisión Nacional y el Municipio, se disputan quien tiene las competencias y esta actualización que iba a culminar en octubre, según el presidente, los últimos perjudicados somos nosotros quien va a garantizar eso”.
Lo que estamos viendo aquí es que estamos como conejitos como borreguitos mandándonos a ser parte del rebaño del gremio amarillo y eso no lo vamos a tolerar. Queremos autonomía, queremos regularización pero digna, no a través de dedo y que los compromisos políticos, los cálculos políticos no se dejen ver aquí porque sino nosotros hemos respetado como el que más autoridad, pero esos principios básicos de equidad son a través de que los derechos del señor Calderón terminan cuando comienzan los de nosotros como taxistas ejecutivos”.
La movilización que estaba planteada para el lunes ya no se realizaría, dijo Valdés, porque se rompe todo tipo de acercamiento con los taxis convencionales, y con eso se suspendería la medida de protesta, por lo menos. Se reunirán los taxistas ejecutivos para decidir si ellos continúan con la movilización por su lado.