La victoria del Partido de los Trabajadores (PT) en los comicios municipales brasileños refleja hoy la fortaleza y respaldo de la agrupación de la presidenta Dilma Rousseff y el exmandatario Luiz Inacio Lula da Silva.
El PT ganó en la ciudad de Sao Paulo, con 11 millones de habitantes y principal centro económico y financiero del país, y en otras 15 jurisdicciones con poblaciones de más de 200 mil habitantes, lo que lo convierte en la tienda política más votada de estas elecciones.
Según el Tribunal Supremo Electoral (TSE), los pretendientes de esta organización triunfaron en 636 jurisdicciones, contra 558 logrados en las municipales de 2008, lo cual representa un crecimiento del 13,98 por ciento.
Estos resultados se registran a pesar de la campaña de acusaciones contra los dirigentes de esa formación por el presunto desvío de fondos públicos durante la administración de Lula (2003-2011).
El Partido de los Trabajadores redujo en estas votaciones sus diferencias con tradicionales fuerzas políticas, como son sus aliados del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y opositores de la Social Democracia (PSDB).
El PMDB consiguió mil 31 alcaldías, 170 menos que hace cuatros años, lo cual significa un decrecimiento del 14,15 por ciento, mientras que el PSDB ganó en 702 municipios, 89 menos que en 2008, con una caída del 11,12 por ciento.
Otras agrupaciones, como los Demócratas (DEM), los Progresistas (PP) registraron reveladores descensos, que fueron aprovechados por otras fuerzas de tendencia política de izquierda y aliados del gobierno.
Con significativos incrementos figuran los socialistas (PSB), que vencieron en 443 municipios, 133 más que en 2008, lo cual representa un incremento del 42,9 por ciento y se ubican ahora entre las principales fuerzas políticas de Brasil.