A fines de julio se realizará en Bruselas un taller técnico entre pequeños productores de América Latina y Europa, quienes discutirán sobre los sistemas de compensación de pagos, de crédito para el comercio exterior y de transferencias tecnológicas.
La cita, denominada Eurolatin 98, defiende la necesidad de que las micro, pequeñas y medianas empresas “cumplan un papel protagonista en sus economías”, ya que constituyen más del 90 por ciento de la unidad productiva y generan más del 80 por ciento de los puestos de trabajo en cada país.
Estas empresas, según informó el presidente de la Comisión Técnica de la Presidencia para el diseño de la nueva arquitectura financiera, Pedro Páez, están interesadas en participar en mecanismos como el Sistema de Compensación Regional (Sucre), que ya funciona en países como Ecuador, Venezuela, Cuba y Bolivia.
“Es absolutamente viable tener un sistema de compensación de pagos no solo entre los (doce) países de la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas), sino también a nivel bicontinental”, dijo Páez.
Aclaró que este tipo de sistemas, que funcionan como una tarjeta de crédito recíproca y puede aplicarse incluso mediante bancos privados como la Caixa, en el caso de España.
“Lo importante es que los sistemas de compensación de pagos están abriendo las puertas para otro tipo de flujos comerciales y para que otro tipo de actores sociales puedan participar en el mercado”, señaló Páez.
Ecuador no tiene restricción para comercializar productos. Actualmente negocia por esta vía llantas, soya, arroz, atún, úrea y maíz, con un total de 39 transferencias (31 recibidas y 8 realizadas) por 43,1 millones de dólares. La mayor cantidad de operaciones (35) se hicieron en este año.