Un incendio consumió una vivienda ubicada en las calles 11 y Sedalana, suburbio de Guayaquil. El siniestro no dejó víctimas mortales por la acción de los tres perros del dueño de la casa afectada.
Walter Rodríguez, propietario de la vivienda, fue despertado esta madrugada por los ladridos de Muñeco, Laica y Chiquita, en momentos que las llamas empezaban a consumir la casa de construcción mixta.
«Los perros me ayudaron a salir, ellos mordieron mi camiseta y me halaban hacia la puerta. Empujé la puerta, pero me quemé las manos y parte del cráneo, y salí de inmediato con mis perritos a pedir auxilio, pero todos dormían por eso no me pudieron ayudar», dijo Rodríguez, quien por su avanzada edad no podía movilizarse rápido.
Orlando Guevara, vecino del Rodríguez, señaló que en la casa quemada funciona un taller radioeléctrico, donde se reparan televisores y radios. «Quizá la causa del incendio fue un corto circuito en los televisores que don Walter tienen en su interior», dijo el morador.
Rodríguez agradecía a sus mascotas por haberlo ayudado, al tiempo que trataba de calmarlos, ya que estaban nerviosos por la presencia de los carros de bomberos y los curiosos.
Al lugar llegaron los bomberos que de inmediato controlaron el fuego, aunque el incendio estuvo a punto de expandirse a otras viviendas. Además, los cables de electricidad hacían corto circuito, lo que provocaba chispas.
El mayor Luis Páez, jefe de brigada del Cuerpo de Bomberos, indicó que la labor para apagar las llamas fue complicada, pero los voluntarios de bomberos están preparados para este tipo de novedades, por lo que lograron controlar el incendio en unos 15 minutos.
Rodríguez fue trasladado hasta una casa de salud, mientras que sus perros se quedaron encargados con un vecino.