Las personas discapacitadas necesitan aditamentos especiales para desenvolverse todos los días, es por eso que la Vicepresidencia de la República ha invertido en ayudas técnicas que les permitan desarrollar con mayor facilidad sus vidas, en cumplimiento de los derechos que garantiza la Constitución de 2008.
La descentralización de las instituciones públicas les resulta necesaria, ya que trasladarse de un lugar a otro, en muchas ocasiones, les causa problemas, como subir las escaleras de una aerolínea, o que los carguen con sus sillas de ruedas, para realizar trámites que -consideran- podrían ejecutar en su ciudad de origen.
Movilizarse en un vehículo especial es una de sus necesidades.
Para conseguir las herramientas requeridas que les permitan superar las limitaciones, tienen que hacer gestiones que involucran permisos otorgados por el Consejo Nacional de Discapacitados (Conadis). Los documentos que muestra Pedro Tábara demuestran que estos trámites pueden ser un proceso difícil.
“Mandos manuales mecánicos” son las tres palabras que le impiden a este guayaquileño importar un vehículo desde Japón, exento de impuestos.
Hace 30 años usa una silla de ruedas. En el pasado enero inició un trámite para traer un automóvil adaptado a sus necesidades, las de un hombre que se traslada cotidianamente, conduciendo un vehículo que opera con una palanca automática, ya que no puede utilizar sus piernas.
“Yo ya tengo los mandos manuales mecánicos instalados en mi carro. La doctora del hospital Vernaza me realizó un chequeo en el que se establece que necesito un vehículo automático”.
Sin embargo, en un documento, el Conadis le exige que el vehículo debe venir desde el extranjero, con los “mandos manuales mecánicos”.
“Eso me costaría $ 4.500 más, cuando yo ya tengo esos mandos”, dijo preocupado, mostrando la palanca ubicada debajo del volante, aditamento que le permite manejar su vehículo.
Ocho meses han pasado desde que intentó importar su vehículo y aún no lo consigue. Sobre todo le preocupa la descentralización del Conadis: “Aunque hay una oficina en Guayaquil, he tenido que ir dos veces a Quito. Todo es allá y las personas que usamos silla de ruedas tenemos dificultades para movilizarnos. Para abordar el avión necesito que cuatro personas me agarren en peso. Es difícil, pero esto no lo toman en cuenta funcionarios como el señor Xavier Torres (director del Conadis)”.
Tábara, ex director del Conadis, espera que la institución descentralice los trámites y verifique que tiene el equipo que le permite manejar su automóvil. “Hace años que manejo con los mandos manuales mecánicos, no soy la única persona, ya he notificado al Conadis que tengo el equipo en el carro, el informe médico dice ‘ortopédico automático’ solamente”, denunció, mostrando el documento que lo comprueba.