En la parroquia Vernaza del cantón Salitre, una de las haciendas famosas era la Pijío, por ser cuna de los rodeos montubios. Pero desde la muerte de José Burgos Zapatier, su propietario, la festividad en ese sector ha disminuido y ahora esta propiedad limita sus participaciones en esta ancestral celebración del Litoral.
Para Augusto Burgos, quien está al frente de la hacienda y fue uno de los hijos de José, la tradición se degeneró. “El montubio desde pequeño andaba con cuerdas. Antes, el verdadero hombre de campo era de campo, ahora los jóvenes son pura moto”, expresa.
Además de la modernización que llega a los campos, Burgos dice que solo organizó cuatro rodeos desde el 2001 porque ahora hay muchas trabas, como la prohibición en la venta de licor los domingos, que influye en que decaigan los negocios en los rodeos, que por estos días se efectúan en poblaciones rurales por el Día de la Interculturalidad y Plurinacionalidad, que se celebrará mañana.
De esa época de gloria que tuvo la Pijío solo quedan decenas de trofeos, colocados en varios espacios de su casa de madera y exhibidos con orgullo por Burgos, quien enfocó su labor en la producción de leche, actividad tradicional de la hacienda, pues recuerda que desde niño ahí se obtenían 700 litros cada día.
También está el banano. El camino para llegar a su vivienda está lleno de plantaciones de ese fruto. Pese a todo, Burgos descarta retirarse completamente de los rodeos y espera volver con fuerza en el 2012 para disfrutar de estas fiestas.