El compromiso de la ciudadanía en la lucha contra el hampa evoluciona favorablemente. El teniente coronel Paolo Antamba Cevallos, coordinador de la Policía Comunitaria del Distrito Metropolitano de Guayaquil (DMG), y tres expertos en seguridad de Israel, capacitaron a cuarenta líderes comunitarios de la urbe porteña y de la Península de Santa Elena.
El programa busca comprometer a la ciudadanía en la lucha contra la inseguridad sin exponerlos. “Los ciudadanos líderes barriales serán capacitados para evitar la violencia intrafamiliar y elaborar planes de seguridad socioeducativos que reinserten a menores de edad en riesgo, padres de familia, maestros y ciudadanos en general”, manifestó Antamba.
Durante las charlas realizadas entre las 08:30 y 12:00, el oficial señaló que el proyecto Barrio Seguro incluye otros planes menores como Local Seguro y Escuela Segura, en cuya formación intervendrán los gendarmes comunitarios y personal civil capacitado.
Los voluntarios y los policías recogerán todas las inquietudes de la gente en un formato, las cuales serán analizadas para determinar las deficiencias de seguridad del negocio o centro de estudios. Luego de eso los agentes policiales comunitarios realizarán observaciones y propondrán las medidas necesarias para disuadir al delincuente.
El coordinador de la Policía Comunitaria destacó la predisposición de la ciudadanía para involucrarse en la lucha contra el hampa, aunque reconoció que una minoría aún tiene miedo en denunciar a los antisociales de su barrio. “pero también hay una forma de comunicarse e informar a través de los teléfonos de emergencias 1800 Drogas y 1800 Delitos”, dijo Antamba.
Reveló la existencia de un formato de comunicación llamado “El árbol”, el cual consiste en el cruce de números telefónicos entre habitantes de una misma zona para informar en reserva cualquier delito o actitud sospechosa. “Eso es disuadir”, comentó el oficial.
Mientras tanto, los expertos del Centro Interactivo para liderazgo en Israel, Elías Saoe y Sergio Gree, propusieron no abandonar el contacto con la gente y el uso de la tecnología para la disuasión.
El abogado Julio César Terán, representante de la provincia de Santa Elena, destacó el apoyo gubernamental al trabajo policial que ha derivado en la implementación de recursos tecnológicos que permiten una reacción policial más rápida y efectiva. “Un ejemplo de esto es el botón de pánico, el cual permite, gracias a la conexión vía internet, que los agentes de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) se tarden solo un minuto en llegar a prestar el auxilio requerido”.