La Policía francesa mantiene rodeado el edificio de cinco plantas donde se encuentra atrincherado el presunto asesino de tres niños y un rabino a las afueras de una escuela judía en Tolouse (sur), hecho ocurrido el pasado lunes.
Se trata de Mohamed Merah, un francés de origen argelino de 24 años, quien permanece en la planta baja de la edificación, vigilado por unos 300 agentes.
Un total de 36 personas, que durante la madrugada y buena parte de la mañana fueron obligados a permanecer en en sus domicilios, fueron evacuados al mediodía. Este inmueble se encuentra localizado en la calle Sergent Vigné del barrio de la Côte Pavée de Toulouse.
El sujeto se definió como un muyaidín de Al Qaeda y confesó ser el autor de las tres matanzas de los últimos días en la región sureña, un soldado el pasado día 11 en la ciudad, otros dos, cuatro días más tarde, en la vecina Montauban y cuatro más, tres de ellos niños, en el colegio judío.
Según dijo a los uniformados que le mantienen rodeado, mató a los niños por «venganza» de los menores que fallecen en Palestina y a los soldados por las intervenciones francesas en el extranjero, en particular en Afganistán.
El sospechoso indicó a las fuerzas del orden que tenía armas en un coche aparcado junto al edificio, y efectivamente la policía las ha recuperado. A cambio recibió un teléfono a través del cual se realizan las negociaciones.
En tanto que el ministro francés de Interior, Claude Guéant, dijo hoy que espera que Merah se entregue esta tarde, como ha prometido. A media mañana las conversaciones se habían interrumpido, pero fueron restablecidas posteriormente.
Para convencerlo de que se rindiera, se pidió a la madre del sospechoso, conocido por sus vínculos con grupos salafistas, que hablara con él, pero ésta, arrestada «por precaución», se negó porque dijo que no tenía ninguna capacidad para convencer a su hijo.
También ha sido aprehendido su hermano que también estaba relacionado con medios islamistas radicales, según se ha revelado.
Sarkozy pide no caer en la venganza
El mandatario Nicolas Sarkozy apeló a todos los franceses a no caer en la venganza tras los ataques cometidos en Tolouse y Montauban para demostrar que «el terrorismo no fracturará a toda la comunidad nacional».
También animó a toda la ciudadanía a que se una y no vincule lo sucedido con las creencias religiosas del autor de los hechos.
El presidente felicitó a las fuerzas del orden por la rapidez de la investigación, e indicó que su pensamiento en estos momentos va dirigido a las víctimas de la masacre y a los efectivos que fueron heridos en el operativo mediante el que se ha acorralado al sospechoso.
Añadió que las autoridades están haciendo todo lo posible para que Merah sea detenido y presentado ante la Justicia para que pueda rendir cuentas de los crímenes.
En Jerusalén entierran a víctimas
Miles de personas asistieron al sepelio, en el camposanto de Givat Shaul, el mayor de Jerusalén, de las cuatro personas asesinados en una escuela judía Ozar Hatorah, en Toulouse (Francia), quienes tenían ciudadanía francesa e israelí.
Medio centenar de familiares y allegados a las víctimas viajaron desde Francia para el entierro del maestro-rabino Jonathan Sandler, de 30 años, sus dos hijos Arieh y Gabriel, de 5 y 4 años, y Miriam Monsonego, de 7.
También estuvo presente el ministro francés de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, quien antes de la ceremonia se reunió con el presidente de Israel, Simon Peres, y aseguró que el autor de los crímenes sería detenido «en cuestión de horas».