La comisaria general de la Policía sudafricana, Riah Phiyega, alegó el viernes que sus hombres actuaron en legítima defensa al abrir fuego contra un grupo de mineros en huelga en Marikana (noroeste), matando a 34 personas e hiriendo a otras 78.
«El grupo de militantes cargó contra la Policía, disparando y blandiendo armas peligrosas», sostuvo la jefa policial mientras mostraba videos grabados en los que supuestamente se ve cómo los manifestantes abrían fuego contra agentes desplazados al lugar del conflicto.
En rueda de prensa, Phiyega sostuvo que los agentes se replegaron sistemáticamente y se vieron «forzados a recurrir a la fuerza máxima para defenderse».
Hasta el momento hay 259 detenidos, en relación con los incidentes del jueves en la mina de platino Lonmin, que se cotiza en la Bolsa de Londres.
Esta es el primer balance oficial de los enfrentamientos. Una fuente sindical había dado parte previamente de 36 mineros muertos.
La violencia en la explotación de platino se había cobrado ya diez vidas antes de la matanza del jueves, entre ellos, dos policías, dos guardias de seguridad y seis mineros, tanto en choques contra las fuerzas de seguridad como entre sindicatos rivales.
La Asociación de Trabajadores de la Minería y la Construcción (AMCU), convocante de la huelga en Lonmin, se enfrenta a la Unión Nacional de Mineros (NUM), sindicato mayoritario, por lograr un mayor numero de afiliados en las explotaciones mineras sudafricanas.
La respuesta policial ha desatado las críticas de partidos políticos y asociaciones civiles, que han reclamado una investigación sobre el suceso.
En un comunicado oficial, el presidente sudafricano, Jacob Zuma, se declaró «conmocionado y consternado por esta violencia sin sentido».
Zuma optó hoy por abandonar Mozambique, donde debía asistir a la cumbre en Maputo de la Comunidad para el Desarrollo del áfrica Meridional (SADC), para volver a su país y visitar la explotación minera.