Cristina Fernández, podrá retornar a sus «actividades formales» en la presidencia argentina a partir del próximo lunes 18. Se cumplirán entonces 40 días exactos después de haber sido sometida a una cirugía en el cerebro para drenarle un hematoma.
Así lo comunicó este lunes el Gobierno argentino, que ha hecho público el parte de los médicos que la atienden tras la intervención y que, al mismo tiempo, han llevado a cabo varios chequeos en el corazón para determinar si Fernández de Kirchner necesitaba de un marcapasos.
En ese sentido, el comunicado ha detallado que tanto el 'holter' -aparato que mide la frecuencia cardíaca- como los controles clínicos «han puesto en evidencia la ausencia de arritmia significativa y el buen estado» del corazón.
Aunque admitió que la Presidenta sufre un «bloqueo intermitente de la rama izquierda» del corazón, ello, remarcó, «no interfiere en la normal frecuencia y función cardíaca».
Por consiguiente, los médicos han acordado el «alta cardíaca» de la jefa de Estado y autorizan el retorno a «sus actividades formales a partir del lunes 18», si bien mantienen la prohibición de realizar vuelos por lo menos hasta el 8 de diciembre.
Esa limitación le acarreará complicaciones a Fernández de Kirchner, que solía viajar cada día en helicóptero desde la residencia oficial del barrio de Olivos hasta la Casa Rosada. Se supone que de momento permanecerá en el chalé presidencial.
El viernes pasado, al cumplirse un mes exacto de la cirugía, la presidenta regresó a la clínica Favaloro para que le realizasen una tomografía computada y análisis clínicos. El parte médico precisó el sábado que los resultados «han sido satisfactorios» y presentaban «normalidad» en el marco de «una favorable evolución posoperatoria» de la paciente. Por ello, recibió «el alta neurológica y neuroquirúrgica».
Las complicaciones de salud de la jefa de Estado, de 60 años, mantienen expectante a Argentina. Muchos ciudadanos bromean con la pregunta «¿dónde está el piloto?», ya que la dirigente lleva más de un mes convaleciente y aislada en la residencia oficial. De hecho, apenas ha sido fotografiada en las dos visitas que ha efectuado a la clínica.
Ante el vacío de poder que ha dejado Fernández en la Casa Rosada afloran las peleas intestinas del gobierno: por un lado, el presidente interino, el vicepresidente Amado Boudou, y por otro, el resto de ministros del gabinete.
Precisamente, la Justicia ha avanzado en la causa penal contra Boudou por supuesto enriquecimiento ilícito. Los periódicos aseguran que ese movimiento judicial ha sido por presión del influyente secretario presidencial Carlos Zannini, enfrentado al vicepresidente.
Y a la vez, según la prensa, se ha desatado una lucha por la sucesión dentro del peronismo, la fuerza política hegemónica de Argentina. A esa carrera se apuntan, además de Boudou, que parece contar con pocas oportunidades a tenor de las denuncias en su contra, los caciques Daniel Scioli, Sergio Massa, Sergio Urribarri y hasta el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
