El 27 de junio de 2007, a pocos meses de asumir la Presidencia de la República, Rafael Correa Delgado, envió una atenta carta de saludo, apoyo y solidaridad a la causa revolucionaria de Facundo Cabral, cantautor argentino, asesinado recientemente en Guatemala.
En la misiva, el Mandatario admitió haber seguido a la distancia la carrera de poeta, decidor filósofo popular y cristiano comprometido. “Decías que cada mañana es una buena noticia, cada niño que nace es una buena noticia. Podría agregar desde la mayor humildad, que también cada día de esta Revolución Ciudadana es una buena noticia, porque trae consigo, justicia, soberanía y dignidad”.
Correa sostuvo que el país se enorgullecía por tenerlo nuevamente como su ilustre visitante y que ojalá en un futuro cercano “con la guía del Señor, podamos encontrarnos y saber, con certeza, que todo lo que hicimos, lo forjamos con transparencia por el bien de la Patria Latinoamericana”.
Lamentablemente el encuentro no pudo darse porque unas balas asesinas terminaron con la vida del cantautor, filósofo, cristiano comprometido con las nobles causas del ser humano.
«Facundo, hasta la victoria siempre»
El presidente Correa, expresó su pesar por el asesinato en Guatemala del cantautor argentino Facundo Cabral y en su homenaje cantó la frase de uno de sus temas: «Pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo».
Es una noticia triste», agregó el mandatario tras confesar que no pudo conocerlo en persona, aunque indicó que había conversado con Cabral por teléfono (y le había enviado una carta), debido a que el cantautor argentino, según Correa, «simpatizaba» con el proyecto de «revolución ciudadana» que aplica en Ecuador.
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