El presidente de Alemania, Christian Wulff, anunció este viernes su dimisión al cargo ante las acusaciones de corrupción y tráfico de influencias en su contra.
«Alemania necesita un presidente que cuente con un amplio respaldo de la población», dijo Wulff en una breve comparecencia pública en el Palacio de Bellevue.
La dimisión del máximo mandatario germano se produjo después de que la Fiscalía de Hannover, al norte del país, solicitara ayer al Bundestag, el parlamento alemán, que levante la inmunidad de Wulff para abrir una investigación contra su persona.
El mandatario saliente dijo estar convencido de que las investigaciones «conducirán a un total descargo (de mi persona)».
Aseguró haber sido «siempre honrado» en el ejercicio de sus funciones como presidente de la nación germana y anteriormente como jefe del gobierno del estado federado de la Baja Sajonia.
Wulff rechazó las informaciones en su contra aparecidas en la prensa alemana durante los dos últimos meses y declaró que las noticias publicadas por los medios le han herido a él y a su mujer.
Las últimas acusaciones contra Wulff tienen su origen en su etapa como jefe de gobierno del estado federado de la Baja Sajonia y sus relaciones con el productor cinematográfico David Groenewold, que también es investigado.
Groenewold y Wulff disfrutaron juntos en 2007 de unas vacaciones en la exclusiva isla alemana de Sylt que pagó el primero, aunque el presidente ha asegurado que abonó en metálico su parte a quien ha calificado de amigo personal.
Las vacaciones tuvieron lugar un año después de que el gobierno de la Baja Sajonia, presidido por Wulff, aprobara la concesión de un aval de un millón de euros a una empresa de Groenewold, aunque este nunca lo hizo efectivo.
La creciente polémica por presuntos casos de amiguismo contra Wulff estalló el pasado 13 de diciembre, cuando el popular diario «Bild» publicó que en sus tiempos de primer ministro regional había aceptado un crédito privado con unas condiciones muy ventajosas de empresarios amigos por medio millón de euros, con el que adquirió una casa unifamiliar.
Merkel buscará candidato de consenso
Tras conocer sobre la dimisión, la canciller alemana Angela Merkel indicó que recibió la noticia con «gran respeto» y «gran pesar», y afirmó que el mandatario saliente y su esposa Bettina representaron «con dignidad» a Alemania durante los casi 600 días en el cargo.
Añadió que dialogará con la oposición para poder proponer «un candidato común para la elección del próximo presidente» de Alemania, que según la Constitución germana deberá realizar la Asamblea Federal en un plazo máximo de 30 días.