La Cámara de Senadores de Paraguay aprobó el reglamento que será aplicado en el juicio que soporta el presidente Fernando Lugo, acusado por mal desempeño en sus funciones por la Cámara de Diputados.
La normativa aprobada establece que el mandatario podrá comparecer ante el pleno tanto personalmente como a través de sus abogados o representantes legales, informó el diario ABC.
Los diputados designados como fiscales acusadores tendrán tiempo de una hora y media para presentar los argumentos por los cuales consideran necesario enjuiciar al gobernante.
Por su parte, el presidente Lugo tendrá hasta dos horas para exponer su defensa ante el Senado verbalmente y exponer su defensa.
Inicialmente, se propuso brindar tres horas de tiempo para la defensa del acusado, sin embargo el tiempo se redujo a propuesta del senador Juan Carlos Galaverna.
En la sesión extraordinaria del Senado se resolvió convocar a otra reunión extra para las 18:00 (5:30 GMT) de este jueves.
En la ocasión, los diputados designados como fiscales acusadores presentarán los motivos por los cuales Lugo debe ser removido.
Seguidamente, el juicio continuará a las 12:00 (11:30 GMT) del viernes, hora a la que fue convocado el presidente Lugo para presentar su defensa.
A las 14:30 (2:00 GMT) del viernes se presentarán las pruebas concretas contra el mandatario y a las 15:30 se presentarán los alegatos finales. A las 16:30 (4:00 GMT) arrancará una última sesión extraordinaria en la cual se dictará la sentencia sobre el juicio.
Lugo es llevado a juicio político al ser responsabilizado de la muerte de 11 campesinos y seis policías, en un enfrentamiento registrado el viernes pasado, en Curuguaty.
El proceso de inició en la Cámara de Diputados, donde en la mañana de este jueves se presentó una carpeta con los argumentos para la destitución. El libelo acusatorio fue entregado casi inmediatamente a la Cámara Alta para el juzgamiento.
En caso de que el Senado –que actúa de tribunal– declare culpable al presidente Lugo, este deberá abandonar el cargo en el Ejecutivo.
De esta manera, el vicepresidente Federico Franco asumiría al frente del Gobierno y culminaría el mandato de Lugo.