¿Está usted de acuerdo que en el cantón de su domicilio se prohíban los espectáculos que tengan como finalidad dar muerte al animal? Un álgido debate se ha centrado en este cuestionamiento que responde a la pregunta número ocho del próximo plebiscito.
La intención al plantear esta interrogante fue responder a un llamado de colectivos sociales defensores de la naturaleza y de los animales, quienes insistentemente reclamaron ser escuchados, especialmente jóvenes. Así lo ha explicado el presidente Rafael Correa en múltiples ocasiones.
En la interrogante intervienen varios aspectos. El primero es que la respuesta que gane se aplicará en cada cantón y no a escala nacional. Esa precisión fue realizada por la Corte Constitucional (CC) al destacar que “es preciso preservar la capacidad normativa de los gobiernos locales en el ámbito de sus competencias”.
Entonces, los votantes solo tendrán injerencia en su lugar de sufragio y domicilio. Lo segundo es que no se prohibirán las corridas de toros, lo que no se permitirá es que dicha corrida tenga como finalidad dar muerte al animal.
Debido a que las peleas de gallos no tienen ese propósito, no se incluyen en la pregunta, lo señaló el Jefe de Estado. “Debemos ser coherentes. ¿Cómo la izquierda puede estar de acuerdo con rechazar una pregunta como esta?”.
Asimismo, el cuestionamiento está respaldado en la Constitución que le otorga derechos a la Pacha Mama. El artículo 71 de la Carta Magna señala que la naturaleza, donde se reproduce la vida, tiene derecho a que se respete integralmente su existencia y el mantenimiento y regeneración de sus ciclos vitales, estructura, funciones y procesos evolutivos.
Los taurinos han reclamado su derecho a la libertad de escoger lo que para ellos es arte y a respetar una antigua tradición como la tauromaquia. Se han realizado manifestaciones y espectáculos taurinos para respaldar este punto de vista.
“¿Han visto cómo se mata al toro..?, comentó Correa. “Eso es espectáculo para algunos, tradición…Respeto a los que les gusta la tauromaquia, pero es claro que no es consistente con nuestra Constitución”, agregó.
Para el Jefe de Estado, lo violatorio a la Carta Magna es matar al toro porque la Constitución da derecho al animal. “Que en nombre de una tradición se quiera justificar cualquier barbaridad, no es posible, por eso hay avances de la humanidad, lo que se llama civilización”.
En el mundo únicamente ocho países permiten las corridas de toro: México, Colombia, Ecuador, Venezuela, Perú, Francia, España y Portugal.
Se conoce que a escala nacional existen 450 festejos taurinos en el año.
Por su parte, los defensores de los animales sostienen que detrás de lo que se llama tradición existe un negocio y grandes poderes económicos. Estos colectivos han tomado como referencia experiencias internacionales como la de Cataluña, donde se aprobó la prohibición de las corridas que entrará en vigencia a inicios de 2012.
Milton Calahorrano, presidente de la Asociación de Toreros del Ecuador y torero de profesión, señala que consultarle a la población sobre el tema es antidemocrático, porque no se piensa en las personas que trabajan en este arte.
“Pienso que no es democrático preguntarle al pueblo si mi trabajo debe seguirse o no realizando”, enfatiza, no sin antes destacar que existen cantones en el país en donde no se realizan corridas de toros.
El coordinador y miembro de la Fundación Franz Weber, de Suiza, Leonardo Anselmi, considera que lo más coherente sería la abolición total de las corridas, y no solo la muerte del animal.
Acota que en el espectáculo taurino la corrida incruenta además acaba con la vida del animal; así, «en Portugal se mata al animal se lo mata en la trastienda, por lo cual si la pregunta se la formula de esa manera yo creo que tiene que acabar en la abolición y pido que acabe en la abolición».
«Es más pido al público taurino que forme parte también de este proceso que no sea contra el público taurino, sino con el público taurino que podamos formar un proceso de cambio, un proceso evolutivo, en la moral colectiva de este país». puntualiza.