Las presiones para que se cumpla en Siria el plan de paz del enviado especial de la ONU, Kofi Annan, que incluye el cese el fuego y cuyo plazo de vencimiento empezó ayer, surgieron ayer de diversas partes.
Según la interpretación del cronograma de aplicación del plan de Annan, ayer debía iniciarse el repliegue de las fuerzas sirias de las áreas de conflicto y la oposición armada detener sus acciones. Sin embargo, las escasas esperanzas en que el plan de paz logre un alto el fuego se apagan por momentos, mientras los rebeldes amenazan con pasar a la ofensiva en 48 horas si el régimen no detiene la violencia.
El ministro del Exterior ruso, Serguei Lavrov, llamó ayer a Estados Unidos y a otras naciones relacionadas con diferentes círculos de la oposición siria a que la presionen para poner fin a las hostilidades. El ministro de Exteriores de Rusia instó al emisario internacional a acelerar sus gestiones con la oposición para que esta cese la violencia.
Tras reunirse con su similar sirio, Walid al-Muallen, el diplomático ruso consideró que los referidos estados en lugar de señalar todo el tiempo a Rusia y a China, deben poner su influencia en función de obligar en serio a que todas las partes sirias dejen de combatir.
Walid al-Muallen informó, por su parte, de la retirada de un grupo de las tropas del régimen de Bashar al Asad de Homs, considerado el principal bastión opositor en el país árabe. Al-Muallen informó a su colega ruso que una parte de las fuerzas gubernamentales había sido retirada de esta ciudad siria y trasladada a su habitual lugar de emplazamiento, según un comunicado de la Cancillería rusa.
En una visita que realizó ayer a un campo de refugiados sirio en la frontera turca, Kofi Annan insistió en que la violencia en ese país debe cesar sin condiciones. “Pido de nuevo al Gobierno sirio y a las demás partes sirias que pongan fin a la violencia de acuerdo con el plan (de paz), y pienso que no debe haber condiciones para cesarla”, enfatizó.
El enviado de las Naciones Unidas y de la Liga árabe defendió la vigencia de su plan de paz en medio de presiones externas y acciones armadas contra el Gobierno de Bashar Al Asad. “Aún es pronto para dar por fracasada la tentativa pacífica”, afirmó el mediador internacional tras pedir que se respete el alto el fuego, que termina mañana, convocado entre las partes en combate.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas llamó ayer a Siria a cumplir con el plazo del jueves para hacer respetar un cese del fuego y desistió de establecer una nueva fecha.