El nuevo primer ministro de Australia, el laborista Kevin Rudd, propuso este viernes organizar una votación en el parlamento sobre el matrimonio homosexual y pidió a los diputados votar de acuerdo a su conciencia y no a la línea de su partido.
En diciembre de 2011, el partido laborista se declaró oficialmente a favor del matrimonio homosexual. Sometido a voto en el parlamento en septiembre pasado, el matrimonio entre personas del mismo sexo fue rechazado con 98 votos en contra y 42 a favor.
La entonces primer ministra, la laborista Julia Gillard, votó en contra, al igual que otros diputados laboristas y la totalidad de los diputados de la oposición conservadora.
Kevin Rudd, que juró el jueves como primer ministro de Australia, también había votado en contra de la proposición. Sin embargo, este cristiano practicante cambió de opinión desde entonces.
«Gane quien gane las próximas elecciones, por favor, tengamos el civismo de organizar una votación de acuerdo a la conciencia de cada uno», declaró Rudd durante su primera conferencia de prensa como primer ministro.
Rudd evocó también la opción de organizar un referéndum nacional.
Varios Estados australianos autorizan las uniones civiles entre personas del mismo sexo, pero la institución del matrimonio está sujeta a la ley federal, que, por el momento, prohíbe el matrimonio entre homosexuales.
El próximo 14 de septiembre se celebrarán en Australia elecciones legislativas, en las que se designará a un nuevo primer ministro. Los sondeos predicen una victoria arrolladora del conservador Tony Abbott.