El hospital del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) Carlos Andrade Marín, de Quito, se convirtió ayer en el primer centro de salud público en realizar una cirugía maxilofacial compleja.
La operación, cuya duración fue de alrededor de cuatro horas, consistió en corregir una deformación facial que implica un aumento de tamaño de la mandíbula y desubicación del maxilar cuando evita que los dientes coincidan entre ellos.
“Esto quiere decir que se aplica a pacientes que tienen alteraciones en la masticación”, explicó Valery Paredes, médico cirujano maxilofacial del IESS.
Generalmente, agregó el galeno, esta malformación, que tiene origen en el nacimiento, se puede presentar por accidentes o por alteraciones en el proceso de desarrollo (paladar hendido).
La directora técnica del hospital, Patricia Villacís, explicó que la cirugía es catalogada como de alto riesgo, por su alta complejidad. “Se realizan dos operaciones en ese mismo momento y varios cortes”, detalló.
Además, explicó que para realizar la intervención se requiere que el equipamiento sea de alta tecnología. “Tenemos que hacer cortes de los huesos para poder movilizarlos a la posición normal que debería tener el paciente”, aclaró Paredes.
Preparación
Rigael Gaybor, paciente de 22 años de edad, oriundo de Guaranda, recibió un tratamiento previamente a la operación, el cual se extendió durante un año y medio.
El preoperatorio consistió en la alineación de los dientes mediante ortodoncia, ya que la malformación desubicó sus piezas dentales.
“él no sabía que tenía que hacerse esta operación, sino recién hace un año y medio”, indicó el padre del paciente, Samuel Gaybor.
El tratamiento lo recibió en el mismo hospital. No tuvo que pagar por la intervención ni el tratamiento.
Según Samuel Gaybor, cuando su hijo se enteró de la intervención, consultaron con especialistas del sector privado los costos que implicaría el procedimiento. En la mayoría de las clínicas, el valor promedio de la cirugía asciende a $ 12 mil. “En cambio, acá no pagué nada”, afirmó el beneficiario.
Posoperatorio
Una vez realizada la intervención, Paredes indicó que el paciente deberá utilizar aparatos especiales de ortodoncia durante aproximadamente cuatro meses más, a fin de evitar que los músculos regresen a su ubicación anterior y para perfeccionar la mordida. “Los músculos ‘tienen memoria’, por lo que debemos evitar que haya un retorno de la posición del hueso”, señaló.
A esto se suma una dieta líquida con el aporte adicional de suplementos alimenticios durante un mes.
El cirujano aseguró que el paciente no deberá permanecer más de 24 horas hospitalizado y que en una semana podrá regresar a sus actividades habituales.
Equipamiento
Para Villacís, hacer este tipo de intervenciones es una prueba de que el hospital del IESS cuenta con equipos de alta tecnología.
La operación, acotó, se realizó con equipos adquiridos hace un año y en uno de los 9 quirófanos inteligentes de esa casa de salud. El costo del equipamiento de los nuevos espacios asciende a $ 10 millones, sin contar la remodelación de otras zonas.