En la primera ronda de votación, los 115 cardenales no lograron elegir al sucesor de Benedicto XVI. La «fumata negra» emanada de la chimenea de la Capilla Sixtina anunciaba que aún no hay un nuevo Papa.
El humo negro, muy denso, salió a las 19:42 (hora de Roma), dos horas y siete minutos después de que los purpurados se encerraran para el cónclave.
Miles de personas se congregaron en la plaza de San Pedro para seguir el evento en directo, desafiando la lluvia y el frío reinante en el lugar.
La fumata negra es señal de que ninguno de los votados logró los dos tercios de los sufragios, como contempla la normativa vaticana para ser elegido Papa. Dos tercios en todos los escrutinios.
Teniendo en cuenta que los electores son 115, son necesarios 77 votos.
Tras esta jornada, los cardenales se dirigirán a la Casa de Santa Marta, residencia dentro del recinto del Vaticano en la que residirán totalmente aislados del mundo exterior, hasta que hayan decidido quién será el 266 Sumo Pontífice. Mañana volverán a votar.
Cónclave
Los cardenales dieron hoy inicio al segundo cónclave del tercer milenio, una vez que el Maestro de Ceremonias pronunció la frase «Extra Omnes» (¡Todos fuera!).
Los purpurados entraron en la Sixtina a las 16:30 hora local (15:30 GMT), tras reunirse un cuarto de hora antes en la cercana capilla Paulina para una oración inicial, tras la cual el purpurado que presidió el rito, el cardenal Giovanni Battista Re, les recordó en latín que están allí para elegir al 266 Papa de la historia de la Iglesia católica.
Una cruz abrió la procesión desde la capilla Paulina hasta la colindante Sixtina, donde los purpurados entraron recitando letanías y cantando el «Veni, Creator Spiritus», que invoca al Espíritu Santo para que les guíe en tan difícil decisión. Luego pronunciaron el juramento que establece la Constitución Apostólica «Universi dominici gregis».
Previamente, el decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, ofició en la basílica de San Pedro la misa «Pro eligendo Pontífice», en la que instó a la unidad en la Iglesia.
Los «papables» que más suenan son el italiano Angelo Scola, de 71 años, arzobispo de Milán; el brasileño Pedro Odilo Scherer, de 63 años, arzobispo de Sao Paulo; el canadiense Marc Ouellet, de 69 años, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, y el arzobispo de Boston, el capuchino Sean O'Malley.