El sector productor de carne no está satisfecho con el negocio, sus representantes lo consideran cada vez menos rentable y pronostican una crisis a futuro si no se toman correctivos.
Peter Bohman, presidente de la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos (AGLG), dijo que el principal inconveniente radica en el precio de la carne en pie, pues el fijado por el Ministerio de Agricultura, Acuacultura y Pesca (Magap), que es de 0,75 centavos por libra, no alcanza a cubrir los costos de producción.
Según el ganadero, la tabla de costos que elaboró el Magap para definir el precio de sustentación de la carne se basa en montos reales por concepto de compras de becerros, sanidad, alimentación, fertilización, mano de obra e infraestructura; sin embargo, salvo en el primer ítem, el cálculo se hizo por un año, cuando el tiempo que demora el ternero en engordar hasta estar listo para el faenamiento es de 2 años.
«El Ministerio sacó sus costos y están correctos, pero se equivocan en el tiempo que se demora en levantar y engordar a los becerros de 400 libras a aproximadamente 1.025 libras».
Bohman reiteró que esta prolongada falta de utilidad está poniendo en riesgo grandes planteles de reses de genética superior que han costado mucho trabajo desarrollar y que hoy los ganaderos están mandando al faenamiento. «Tenemos los precios más bajos del continente y del mundo si se quiere», destacó.
Así, el productor precisó que el costo real, considerando los 2 años que implica el engorde del animal es de $ 1,02, cifra que sumada a los 12% de utilidad da un total de $1,14 por libra en pie.
Este total daría un porcentaje del 46% de ganancia al productor considerando el precio de venta al público actual que es de $ 2,50. Actualmente la razón de indexación es del 30%.
Bohman agregó que la falta de rentabilidad de los ganaderos no les permite ni siquiera pagar el impuesto a las tierras productivas ni el Impuesto a la Renta, lo cual ya fue analizado por el titular del Servicio de Rentas Internas (SRI), Carlos Marx Carrasco.
Una posible revisión del costo de la carne es vista por el sector no como una compensación, sino un valor al 'trabajo, la inversión y esfuerzo ', pues dice que son los ganaderos quienes mantienen a las reses en todas sus etapas, como la gestación y la lactancia, y enfrentan inconvenientes en temas como sequías, enfermedades e incluso el abigeato (robo de ganado).
En Ecuador se faenan alrededor de 970.000 reses al año (en los camales formales), lo que, con un promedio de 500 libras de carne por animal, da un total de 485 millones de libras disponibles para el consumo local.
La población de reses sería de alrededor de 5 millones. Pero para Bohman, las cifras no son exactas.