«Es una situación muy adversa como mujer, como madre, pero no pierdo la esperanza que es lo que me cimenta para seguir adelante. Voy a esperar el tercer resultado», afirmó a las puertas del juzgado Hortensia Morán, la madre del niño, cuya paternidad le atribuye al jefe de Estado.
Añadió que tiene «mucha fe, todavía» a pesar de que los resultados de la primera prueba, divulgados el 1 de setiembre por la jueza de la Niñez y Adolescencia, Ana Obelar, también excluyeron al presidente como el padre de su hijo.
Por su parte, el abogado de Lugo, Marcos Fariña, dijo que el dictamen del segundo laboratorio fue «como esperábamos: negativo, excluyente, coincidente» con el primer resultado y que esperan igual definición para el próximo 24 de setiembre, cuando se definirá el tercer análisis.
El mandatario pasó por la primera prueba de ADN el 24 de agosto pasado luego de varios incidentes procesales y del archivo de la anterior demanda de la misma mujer el pasado mayo, por orden de un juez de J. Augusto Saldívar, municipio vecino a Capiatá.
Morán, de 40 años y directora de una guardería social, le atribuye a Lugo una relación íntima durante la pasada campaña electoral, en la época en que integraba uno de los grupos de izquierda que apoyó la candidatura del ex prelado.
Otra mujer, Benigna Leguizamón, de 27 años, también asegura que el jefe de Estado es el padre biológico de su hijo de ocho años y en las últimas semanas había amenazado con reactivar la denuncia, de la que desistió en diciembre de 2009 tras un acuerdo extrajudicial.
Leguizamón, de escasos recursos y que reside en Ciudad del Este, a 330 kilómetros de Asunción, dijo que intimó con Lugo en la época en que hacía labores de limpieza en el Obispado de San Pedro, la región más pobre del país, donde el gobernante fue el líder religioso durante más de una década.
Según ella, fruto de esa relación nació un niño, el 9 de septiembre de 2002.
Los escándalos de paternidad estremecieron a Lugo en abril de 2009, en coincidencia con el primer aniversario de su triunfo electoral al frente de una coalición de amplia base ideológica que puso fin a un hegemonía de 61 años en el poder del Partido Colorado (conservador).
El primer caso fue el de Viviana Carrillo, de 25 años y madre de Guillermo Armindo, de tres años, que el 13 de abril fue reconocido públicamente por Lugo como hijo suyo.