El presidente de Ecuador, Rafael Correa, explicó que los gobiernos progresistas en Latinoamérica deben ser «pragmáticos» para poder gobernar y poder enfrentar a una oposición que proviene de grupos de izquierda fundamentalistas que, según el gobernante, «hablan nuestro propio lenguaje, pero confunden a la gente».
En un conversatorio con medios ecuatorianos e internacionales en el Hotel Le Maurice, en el centro de París, Correa afirmó: «Esa izquierda del todo o nada es la mejor cómplice de la derecha, del status quo, para volver al pasado. Hay que ser sensatos, hay que saber lo que se puede hacer. A los gobiernos progresistas nos piden todo e inmediatamente y esa es la mejor forma de apoyar a la derecha».
Como parte de su último día de agenda oficial en Francia, el Primer Mandatario tuvo un encuentro con medios de comunicación. En este escenario reiteró que la mayor oposición que tiene su administración «no es de la derecha, sino de una mal llamada izquierda, cómplice de la derecha y que habla nuestro mismo lenguaje y confunde a la gente».
También advirtió que Latinoamérica está viviendo una etapa de «desaceleración integracionista» y que en cambio está surgiendo una «restauración conservadora» cuya abanderada es la Alianza del Pacífico –comunidad comercial que conforman Chile, Colombia, Perú y México. «También hay países que no han tenido la misma ambición de integración (…) Tratan de hacer grandes mercados y no grandes sociedades, tratando de hacer consumidores y no ciudadanos. Y esa es la perspectiva de la Alianza del Pacífico».
Previamente, Correa mantuvo una cita reservada con el alcalde de París, Bertrand Delanoé, por un lapso de 20 minutos.