La explanada del centro cultural Libertador Simón Bolívar en el Malecón fue el escenario escogido por la Gobernación del Guayas para celebrar los 192 años de independencia de Guayaquil, con la participación de artistas nacionales y autoridades de la provincia y del país encabezadas por el presidente de la República, Rafael Correa, quien inició su intervención con una poesía.
En su discurso, que duró 45 minutos, el Mandatario resaltó las inequidades de la ciudad, producto de la política aplicada por quienes la dirigen. “Guayaquil puede y debe ser una de las urbes más hermosas de nuestra América; al tener ría, isla, cerros y brazo de mar. Por eso, prohibido olvidar que son las mismas élites que marcharon con crespones negros para defender a los banqueros que saquearon al país las que tratan de volver al poder. ¿La banca de nuevo al poder? Eso jamás, eso no lo permitirá el pueblo ecuatoriano”, afirmó en medio del aplauso de cientos de espectadores que escuchaban atentos sus palabras.
El Jefe de Estado recalcó que los que satanizan el gasto público y critican el bono de desarrollo humano son los que en “su baratillo” de ofertas proponen subir a 50 dólares este beneficio social. Correa aclaró que ese incremento superaría los 300 millones de dólares y por eso no se ha hecho. Pero como ningún grupo económico, ni medios han protestado por esta propuesta de campaña.
El gobernante resaltó también que ahora ya existen edificios modernos para atender a todos los habitantes de la ciudad, lo que va acompañado de la reforma a la justicia y la construcción de mejores lugares para atender a los usuarios.
Dijo que Guayaquil es la ciudad con menos espacios verdes, lo que también calificó como violencia. “Nadie puede ser feliz entre bloques, muro, hierro y humo. Por eso el proyecto Guayaquil Ecológico comprende la isla Santay y la recuperación del Estero Salado”, señaló el primer mandatario, obras en las que se ha invertido más de 266 millones de dólares.
También detalló que la inversión en la ciudad es de 567 millones de dólares, de los cuales con los impuestos que genera la urbe solo se cubre el 27%, pese a ser el puerto de mayor importancia.