“Quítenme eso de la calzada que ahorita pasan los carros”, ordenó el alcalde Jaime Nebot a los obreros de la compañía constructora Hidalgo e Hidalgo cuando llegó, a las 10:10 de ayer, a la obra del intercambiador de tráfico que se levanta en la zona de la terminal terrestre Jaime Roldós Aguilera.
Tres jornaleros, presurosos y bajo un intenso sol, estaban soldando las barandas de hierro galvanizado en la subida del viaducto desde la av. de las Américas. Hasta ahí llegaron los carros municipales que trajeron a funcionarios del Cabildo que acompañaron a Nebot al acto de apertura de dos ramales que enlazan a esa arteria con la autopista Narcisa de Jesús.
Un segmento de mallas plásticas color naranja y tres agentes de la Comisión de Tránsito de Ecuador (CTE) impedían a los carros acceder al ramal para evitar el nutrido tráfico que venía de la av. Antonio Parra Velasco hacia la terminal.
Pero a las 10:35, concluida la intervención del alcalde, los obreros de Hidalgo e Hidalgo retiraron la malla y enseguida los uniformados de la CTE “invitaron” a conductores a estrenar el nuevo enlace vial, que es parte de un conjunto que busca la agilización del tránsito en ese conflictivo sector de la ciudad, de circulación diaria de miles de buses de transporte público y de carros livianos cuyos propietarios viven en el norte.
Los primeros choferes en ir por el ramal hicieron sonar con insistencia sus cláxones para expresar su complacencia por la obra. Algunos saludaron con el pulgar hacia arriba a Nebot, quien se retiraba del sitio.
Tras los carros municipales, Fausto Zambrano, al volante de su auto de color rojo, fue el primer usuario del nuevo intercambiador, cuya obra completa estará lista en octubre próximo. ¡Esta es una obra emblemática para Guayaquil!, dijo con orgullo. Iba junto con su esposa Rosa Vera hacia la vía a Daule.
Simultáneamente y en sentido contrario, los carros que venían por la autopista e iban al centro de la ciudad también tuvieron paso por el otro ramal de cuatro carriles.
El tráfico no obstruyó a los obreros, que cerraron con mallas casi un carril para seguir con la instalación de las barandas metálicas, en un corto tramo de alrededor de 30 m.
Nebot anunció que conforme avance la obra se irán habilitando otros ramales.
Los más próximos serían las orejas viales que conducen a la av. Benjamín Rosales (sentido norte-centro) y a la av. Antonio Parra Velasco (hacia el norte). Según Humberto Péndola, de la empresa fiscalizadora, eso será la próxima semana.
El alcalde dijo que el acto de ayer no suponía una inauguración parcial sino un anticipo de apertura de ramales para darle agilidad al tráfico, especialmente el que proviene de la av. Parra Velasco.
Luis Alberto Vargas, maestro albañil de 49 años que labora para Hidalgo e Hidalgo, evocó como anécdota las expresiones de malestar de conductores que se quedaban embotellados en los tramos de vías cerradas parcialmente por los trabajos. “La gente se enfadaba con nosotros, pero ahora tienen una vía directa”, dijo satisfecho por su rol en la obra del intercambiador.
La misma Parra Velasco estuvo cerrada hasta la semana pasada. Los conductores debían sobrecargar el tráfico en las avs. Agustín Freire, Isidro Ayora y la misma av. de las Américas para ir a la zona de la terminal terrestre, donde nace la av. Benjamín Rosales, ruta que conduce al centro accediendo a la av. Quito o a la calle Boyacá.
áreas recreativas
Cuatro canchas de césped sintético y al menos dos de basquetbol y dos de vóley se habilitan en las inmediaciones del intercambiador. Habrá jardineras, gradas, plaza de comidas, baños y camerinos.
Costo
La construcción de la obra se inició en diciembre del 2010, a un costo de $ 19’893.887. El avance actual de los trabajos es del 80%.