Los rebeldes del M23, que consolidaban ayer el control de Goma pese a la condena de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), exigieron la salida del presidente Joseph Kabila, afirmando, un día después de la toma de la estratégica ciudad ubicada en el este de la República Democrática del Congo, que se dirigirán a Kinshasa.
“No nos detendremos en Goma, iremos hasta Bukavu, Kisangani y Kinshasa”, informó ayer el portavoz militar del M23, coronel Viannay Kazarama, frente una multitud reunida en un estadio de la ciudad.
“Kabila debe dejar el poder porque no ganó las elecciones del año pasado”, agregó Kazarama, aludiendo a las acusaciones de fraude de la oposición contra Kabila luego de las presidenciales de noviembre de 2011.
En tanto, la ONU denunció que los rebeldes del M23 realizan ejecuciones sumarias, incluidos líderes gubernamentales y tradicionales que resisten o no cooperan con ellos.
En los últimos tres días más de 7.000 personas, de las cuales 5.000 son niños, han buscado refugio en el centro de Don Bosco Ngangi tras el endurecimiento de los enfrentamientos entre el Ejército regular congoleño y los grupos rebeldes.
“Les damos comida y estamos haciendo todo lo posible, pero pronto no tendremos nada para comer. La Cruz Roja Internacional nos ayuda y tenemos promesas del Programa Mundial de Alimentos, pero todo está difícil”, explicó el director del centro, Piero Gavioli. Además, ya han aparecido los primeros casos de cólera