En cuatro años de gestión, el gobierno del Ecuador aumentó su recaudación tributaria de 4 522 a 7 865 millones de dólares, lo que representa un incremento del 70%.
“Estas son buenas noticias para el país y no malas como lo quiere presentar la oligarquía”, afirmó el presidente Rafael Correa en su habitual informe ciudadano de cada semana.
El mandatario explicó que los países desarrollados tienen una presión fiscal de hasta el 35 y 40%. Sin embargo en el Ecuador esta presión apenas llega al 20%.
Correa dijo que sus opositores cuestionan ese tipo de mecanismo tributario, porque lo hace el gobierno. Pero lo elogian cuando lo hace el Municipio de Guayaquil (alcalde opositor), que en el año 2000 apenas recogía USD 13 millones en impuestos y ahora recauda cerca de USD 60 millones.
Insistió en que recaudar ese monto en impuestos es bueno, porque se pueden realizar obras para Guayaquil y todo el país. Pero hay inconsistencia en el discurso opositor cuando dicen que “es bueno para Guayaquil y malo si lo hace el gobierno”, destacó Correa.
Agregó que la recaudación tributaria permite realizar obras de beneficio social y una muestra de ello es que el país está cambiando.