El ministerio del Interior ucraniano anunció este jueves el desmantelamiento de una red internacional que practicaba trasplantes ilegales de órganos en clínicas privadas de Azerbaiyán, Ecuador y Ucrania.
La red, dirigida por un ciudadano de Israel e integrada asimismo por once ucranianos, durante tres años extrajo ilegalmente órganos a unas cincuenta personas, informó Yuri Kúcher, jefe del departamento de lucha contra los delitos informáticos y la trata de personas.
El grupo «reclutaba a ciudadanos de Ucrania, Rusia, Moldavia, Bielorrusia y Uzbekistán y los trasladaba a Azerbaiyán y a Ecuador para extraerles órganos, que trasplantaban a recipientes adinerados de Israel y de países europeos y asiáticos», indicó Kúcher.
La búsqueda de donantes estaba a cargo de siete ucranianos, que «a través de internet proponían a gente pobre vender su riñón por 10.000 dólares», dando preferencia a mujeres sanas de entre 18 y 25 años de edad.
La red incluía a cuatro prestigiosos cirujanos ucranianos del Instituto Nacional de Trasplantes Shalímov de Kiev, que cobraban un 10% por cada operación, que a sus clientes les costaba entre 100.000 y 200.000 dólares.
«Los integrantes del grupo detenidos en Kiev ganaron en total unos 40 millones de dólares», indicó el funcionario, citado por la agencia rusa RIA-Nóvosti.
Kúcher precisó que la mayor parte de las operaciones se realizaron en clínicas privadas azerbaiyanas, otras varias en el Instituto Shalímov ucraniano y al menos dos en territorio de Ecuador.