El presidente de Francia, Emmanuel Macron, activó el artículo 49.3 de la Constitución para aprobar un proyecto legal sin la venia de la Asamblea Nacional.
Se trata de una reforma a las pensiones jubilares que eleva la edad de jubilación de 62 a 64 años de edad.
La medida gubernamental, muy impopular en el país europeo, desató una ola de protestas en las principales ciudades de Francia.
Medios de comunicación internacionales reportaron choques entre manifestantes y la policía en la Plaza de la Concordia, al pie de la Asamblea. Los uniformados emplearon gases lacrimógenos para dispersar las concentraciones y se informó de incendios de mobiliario urbano en París.
También se registraron protestas en Lyon y Toulouse. Los sindicatos franceses convocaron a una gran manifestación para el próximo 23 de marzo de 2023.
Mientras que la oposición reunía en la Asamblea prepara una moción de censura contra el gobierno francés. De prosperar esta iniciativa, la reforma de pensiones no podrá entrar en vigencia y la primera ministra Elisabeth Borne deberá dejar el cargo, junto con el resto de ministros.