Los dos equipos se enfrentarán el domingo por la segunda ronda del torneo en el estadio Free State de Bloemfontein, el cual tiene una capacidad relativamente pequeña de 40.911 personas.
«Esos equipos son de alta prioridad para nosotros», dijo De Beer a la AP. «Como en el partido de (Inglaterra contra) Estados Unidos, donde reforzamos la seguridad, haremos lo mismo».
La policía no tiene información sobre ninguna amenaza en particular al encuentro ni preocupaciones sobre el partido que presenta a dos tradicionales rivales del fútbol europeo, dijo De Beer.
A comienzos de mes, la policía sudafricana deportó al menos a un hooligan británico y más de 20 de Argentina, mientras la policía inglesa arrestó a cinco hooligans convictos en Birmingham acusándolos de violar sus «medidas prohibitivas» por no entregar sus pasaportes a las autoridades.
El ganador del choque entre Inglaterra y Alemania se medirá en cuartos de final con el ganador del partido entre Argentina y México.