El relator especial de las Naciones Unidas para de los Derechos Humanos, Philip Alston, dijo el jueves que está «asombrado» por la situación de impunidad en el país en casos de presuntos asesinatos extrajudiciales que involucran a fuerzas de seguridad, sicarios y justicia callejera en este país.
Al comentar los asesinatos extrajudiciales en un informe preliminar tras 10 días de visita a Ecuador, señaló que «el grado de impunidad por muertes en Ecuador es asombrosamente alto … el número de asesinatos cometidos por sicarios, pandillas de delincuentes y otros actores está aumentando constantemente, y sin embargo, atrapan a un número de responsables cada vez menor».
Argumentó que la tasa de homicidios «se ha duplicado en los últimos 20 años: en 1990 era de 10,3 homicidios por cada 100.000 habitantes … los estimados a la fecha para el 2010 sugieren un incremento a 20».
Alston precisó en el documento que «las estimaciones proporcionadas por las autoridades gubernamentales indican que sólo el 1,3% de las muertes denunciadas a la policía terminaron efectivamente en una sentencia condenatoria (pero), es casi seguro que esta tasa está sobreestimada».
«El nivel de impunidad por todo tipo de muertes … es espeluznante», afirmó.
El informe destaca que a un sicario pueden pagarle hasta 20 dólares por cometer un asesinato.
Argumentó que «además de las falencias del proceso investigativo de la policía, parece que, a menudo, han llegado a la conclusión de que la muerte fue producto de un 'ajuste de cuentas', definida como violencia entre pandillas u otro tipo de violencia criminal».
«Ni siquiera se molestan en iniciar una investigación seria … parecería que esta categoría se hubiera diseñado más que todo para justificar el que la policía no se moleste en investigar una gran proporción de las muertes ocurridas», explicó Alston.
Destacó que el gobierno del presidente Rafael Correa realizó reformas de largo alcance en el ámbito constitucional y en materia de derechos humanos.
Alston dijo también que «es claro que el conflicto colombiano se ha desbordado hacia Ecuador» y expresó preocupación por los civiles.
«Los ciudadanos se ven forzados a cooperar con un grupo armado, y luego viene otro grupo rival, que abusa de ellos y los mata. El ejército ecuatoriano no está bien equipado para hacer frente a la situación, y como sus relaciones con la ciudadanía se han deteriorado, su dependencia de tácticas abusivas para la obtención de información, es cada vez mayor», precisó Alston.
Acerca de sus investigaciones sobre la justicia indígena, basada en castigos por práctica ancestral, dijo no tener constancia alguna de que ella haya tenido como consecuencia ejecuciones extrajudiciales.
Alston fue nombrado Relator Especial de las Naciones Unidas sobre ejecuciones extrajudiciales en el 2004.