La revista «Scientific American» ha publicado una descripción y galería del proceso que se está llevando a cabo en los Estados Unidos para preservar el cuerpo de la tortuga gigante conocida como «Solitario George», que falleció el 24 de junio de 2012.
El día en que la tortuga murió, Eleanor Sterling, una conservacionista que ese día por coincidencia estaba de visita en las Islas Galápagos, hizo una llamada a George Dante, el director del Museo Americano de Historia Natural.
Dante, un taxidermista, le informó sobre los ciudados urgentes que serían necesarios para preservar el cuerpo de la tortuga. En particular los ojos y la piel estaban vulnerables.
En la Isla Pinta, a Sterling se le hizo difícil al principio encontrar los materiales necesarios. En las tiendas le informaban que debía esperar hasta el siguiente vuelo de abastecimiento proveniente de Ecuador para encontrar los plásticos que solicitaba. Pero cuando los galapagueños se enteraron que los materiales eran para el Solitario George, hicieron lo posible para encontrarlos, llamando hasta las fábricas procesadoras de pescado y granjas cercanas.
Sterling pudo coordinar la envoltura y el congelamiento del cuerpo de la tortuga antes de que ocurriera algún daño.
Nueve meses más tarde, el cuerpo de la tortuga llegó al museo de Dante. Después de descongelarlo, hicieron modelos en resina de sus extremidades y su cabeza, para usarse como referencia durante el proceso de taxidermia. Luego le removieron la piel, para hacer esculturas exactas de cada músculo, y representarlo fielmente. El Solitario George,después de todo, es quizás la «tortuga más famosa del mundo,» dice el artículo en Scientific American.
Todavía no se ha decidido la pose final que tomará el cuerpo preservado de George. Fausto Llerena,quien fue durante la vida de la tortuga su cuidador, está ayudando a decidir.
Se estima que el modelo estará completo para final de año o principios del 2014. Hasta esa fecha irán perfeccionándolo.
«Puedes leer acerca de él en la web o en libros, pero hasta que lo tienes cara a cara, no hay comparación. Hay una conexión emotiva tan pronto lo ves», sostuvo Dante.