En declaraciones a un medio local, el ex dirigente indígena y nuevo embajador de Ecuador en Bolivia, Ricardo Ulcuango, defendió su nueva misión política.
“Al aceptar la embajada no he traicionado a nada ni a nadie. Mi posición siempre estará al servicio de una política inclusiva de los sectores más afectados”, dijo Ulcuango.
El ex dirigente puntualizó que el gobierno no busca debilitar a los movimientos indígenas y que su estadía en Bolivia como embajador le permitirá ver de cerca el proceso de construcción del estado plurinacional, lo que “puede ser beneficioso para Ecuador”.
Ulcuango resaltó que los movimientos indígenas son históricos en el país y espera que puedan sanear sus riñas internas y sanear sus problemas.
“Mi expulsión no resuelve nada y yo siempre seré parte pues nadie me puede expulsar de mi identidad indígena”, expresó.
Concluyó al afirmar que la búsqueda de una diplomacia de pueblo, más cercana a la gente, será una de sus principales misiones como embajador en La Paz.