El ex agente de la Policía, érick Salinas Monge, conocido por estar implicado en la detención de uno de los desaparecidos del caso Fybeca, fue sentenciado a 25 años de reclusión tras haber sido hallado culpable por la violación de su hija, de 12 años, ocurrida en 2009.
Así lo resolvió el Duodécimo Tribunal Penal de la Corte de Justicia del Guayas, aunque la Fiscalía había pedido la pena máxima, 35 años de reclusión por los agravantes.
Los jueces acogieron las pruebas presentadas por la Fiscalía, lo que condujo al tribunal «a la certeza de que el procesado cometió el delito sexual que se juzga», indica el fallo notificado el 29 de abril.
Además, se acogió el testimonio de la perito psicóloga que acredita la credibilidad del testimonio de la menor, quien en su versión menciona a Salinas como la persona que abusó sexualmente de ella.
El proceso judicial, cuya instrucción fiscal por violación se inició el 7 de agosto de 2009, inicialmente fue planteado por Salinas en contra de Darío Alvarado Mendoza, padrastro de la menor violentada.
El 22 de octubre de ese mismo año, en el informe del equipo técnico de la Fiscalía, la menor acusa a su padre (érick Salinas) de las agresiones sexuales sufridas y la jueza ordena allanar su oficina donde se identificaron objetos destinados para prácticas sexuales, que habría usado contra la menor.
El ex agente fue conocido por su participación en la presunta desaparición de Jhonny Gómez Balda durante el intento de asalto a la farmacia Fybeca, ubicada en el norte de Guayaquil, en noviembre del 2003, pero en este caso fue absuelto por la justicia.
Salinas permanece recluído en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil, desde donde ha negado en varias ocasiones haber cometido el delito.
