Habla rápido y articula bien sus ideas, pero no se define ideológicamente. Advierte y armoniza, como si un libreto estuviera detrás de cada oración. No lee la prensa pública (por eso no ha leído las cartas que ha pedido a este diario publicar como rectificación) y tampoco traduce lecturas de autores u obras importantes. Evita de todas las formas asumir su pasado socialcristiano, aunque militó allí desde los 19 años y desde hace diez se desafilió.
¿En base a qué sondeos tiene la expectativa de llegar a la segunda vuelta o ganar la Presidencia?
Varias encuestas señalan que entre un 25% y 30% de ciudadanos están deseosos de votar por un personaje nuevo y la nuestra es la única realmente fresca, que está encauzando una visión moderna, de futuro…
¿Varias encuestas de quiénes?
Cedatos, Informe Confidencial.
¿Según esas encuestas, entonces, ya se ve en la segunda vuelta?
Si sacamos el 30% estamos en la segunda vuelta, y, si eso ocurre, todo puede pasar.
¿Cuál es su plan, su propuesta, cómo va a atraer al electorado?
Con el poder de las ideas, con el poder de las propuestas innovadoras, de los sueños, de la esperanza. Explicarle al Ecuador la necesidad de una nueva visión para salir adelante, para colocar al país como líder en calidad de vida.
¿Cuáles cree que son los problemas del país en los que hay que poner el dedo en la llaga?
Primero la inseguridad, la cual en lugar de reducirse se ha incrementado de manera dramática. No se la está combatiendo efectivamente. Tenemos una propuesta integral para combatir la inseguridad.
Usted vivió en México donde la violencia es el pan de cada día. Bajo esa experiencia, ¿cómo sería el combate a la delincuencia?
Con un enfoque preventivo. Lo fundamental es atacar el problema de raíz, el cual se basa en la carencia de oportunidades para que las personas puedan llevar adelante una vida productiva lícita y honesta. Se debe dotar de verdaderas opciones de educación y empleo digno bien remunerado, sobre todo a los jóvenes, que son quienes más se ven tentados a delinquir como un medio de vida. Hay que combatir el delito y para ello se deben hacer varias cosas: fortalecer y consolidar a la Policía Nacional, dignificarla, dotarla de mejor capacitación, equipos, sistemas de investigación, de inteligencia… Debemos fomentar la participación ciudadana para combatir el delito, establecer alarmas comunitarias.
Pero eso ya se ha implementado, ¿en dónde está lo novedoso?
Pero no en todos. Ya existe en algunas zonas, pero hagámoslo en todo el país. También es fundamental internacionalizar el combate al crimen organizado y para ello debemos fortalecer nuestros mecanismos de cooperación internacional.
¿Poniendo más bases (militares extranjeras) como la de Manta
No estoy a favor de la instalación de bases extranjeras en nuestro país, lo que estoy diciendo es fomentar los canales de cooperación, como intercambiar información.
Pero eso ya se hace entre países
Sí, pero hay que fortalecerlo… Hay que fomentar el intercambio de resultados de investigaciones y de sistemas de inteligencia. La forma de combatir el crimen organizado es atacar a delincuentes y a miembros de los carteles internacionales o nacionales, darles donde más les duele: en sus recursos, en el dinero y en sus bienes, porque de esa manera vamos a debilitar su capacidad de acción.
Respecto a conseguir recursos para generar fuentes de empleo, ¿cómo va a hacerlo si dice que se alejará del sistema extractivista?
No, yo he dicho que vamos a empezar a abandonar paulatinamente el modelo extractivista. El actual Gobierno prometió abandonar el modelo extractivista y, todo lo contrario, hoy depende de él y no cumplió su promesa. Proponemos utilizar los recursos que nos da el petróleo y que genera la minería responsable, con altos estándares de respeto al medio ambiente, para realizar inversiones estratégicas en la agroindustria, el turismo, todo bajo el marco del respeto a los principios del desarrollo sustentable, de tal manera que el país pase de un modelo extractivista, paulatinamente, a otro industrial, y de servicios con un enfoque de sustentabilidad, porque es el enfoque de este tipo de modelo el que genera mayor agregado, mayor nivel de bienestar a los ciudadanos, así lo muestran los países más avanzados que tienen este tipo de modelo.
¿A imagen y semejanza de qué países haría usted ese modelo?
Los países que han pasado a un modelo industrial, los europeos, EE.UU., China que está avanzando al modelo industrial y de los que han logrado dar un paso de un esquema extractor de materia prima a otro de transformación de las mismas en bienes con valor agregado.
Usted ha dicho que el Estado debe dejar de acaparar y apoyar más al sector privado: ¿Eso no sería volver al modelo neoliberal?
Eso sí quiero que me citen, yo estoy en contra del modelo neoliberal. Lo que propongo es un modelo de gobierno responsable, lo cual es un concepto moderno, innovador, que pretende dejar atrás la vieja disputa de izquierda y derecha, porque estamos convencidos de que lo importante no es que una política o un gobierno sea de izquierda o derecha, sino que sean responsables.
En lo social debe ser un Estado activo, pero en lo económico no vemos al gobierno como actor protagónico. Hoy, el gobierno es el gran motor de la economía, pero la historia se ha encargado de mostrar, en múltiples ocasiones, que eso no es sostenible en el tiempo. Proponemos que el gobierno sea un regulador efectivo que genere condiciones de estabilidad y seguridad jurídica, para que sea el sector productivo privado el generador de riqueza y empleo digno y bien remunerado, apoyando de manera particular a pequeñas y medianas empresas.
Dice que hay que dejar atrás la pelea entre izquierda y derecha, pero señalar que no está en un lado u otro es no tener ideología, es bailar a lo que venga.
No, en absoluto. Si se analiza, se encontrarán definiciones concretas que ponemos en cada tema, como por ejemplo cuál es nuestra posición respecto a lo económico, social, ambiental, institucional, de equidad de género, de promoción del criterio de gobierno basado en resultados, etc. Lo que pasa es que esas definiciones ya no están basadas en una división ideológica de izquierda o de derecha, que surgió hace más de 200 años en el mundo en realidades diferentes, esas definiciones están basadas (ahora) en un criterio más relevante a la ciudadanía: la responsabilidad.
¿Va a ser tolerante con las críticas de medios de comunicación?
Por supuesto, absolutamente, y quiere que le diga algo, no solamente vamos a ser tolerantes, vamos a promover absoluta libertad para que los medios critiquen, porque en la medida que los medios critiquen con absoluta libertad existe el margen, la posibilidad para que un gobierno pueda mejorar su actuación…
¿Pero qué pasará si los medios le sacan cosas sin contrastar?
Para eso hay medidas legales, existe el derecho a la réplica, a la rectificación, pero en ningún lado está consagrado el derecho al insulto, a la intimidación y a la persecución.
Para usted, con eso de que el Estado está muy paternalista, ¿hace falta reformar la Constitución y las leyes?
En uno de los puntos que coincidimos con César Montúfar (candidato a asambleísta por SUMA) fue la necesidad de emprender una reforma constitucional en aspectos como el hiperpresidencialismo que existe hoy, porque eso no sintoniza con el respeto a valores democráticos. La esencia de la democracia radica en el equilibrio de poderes y eso en la práctica no hay en el país.
¿Cómo serían sus relaciones con EE.UU. en caso de ser presidente?
Cercana, porque es nuestro principal socio comercial, es un país que genera en su mercado miles de empleos para los ecuatorianos a través de la exportación de productos. Es ilógico hacer lo contrario, sería irresponsable tener malas relaciones con un país que representa el principal mercado para los productos ecuatorianos.