Un grupo de investigadores abrió este viernes una antigua tumba en Florencia en busca de restos que puedan confirmar la identidad de la mujer cuya enigmática sonrisa inmortalizó Leonardo da Vinci en la «Mona Lisa», una de las pinturas más famosas del mundo.
Un agujero circular en la Santissima Annunziata de Florencia, lo suficientemente grande para que pase una persona, se abrió en el suelo pétreo de la basílica, sobre la cripta familiar del mercader florentino de la seda Francesco del Giocondo, cuya esposa, Lisa Gherardini, se cree que posó para el maestro renacentista en el siglo XVI.
Abundan las teorías sobre quién era la auténtica Mona Lisa, pero Silvano Vinceti, escritor e investigador que dirige el Comité Nacional italiano para la Promoción del Patrimonio Histórico y Cultural, tiene previsto hacer pruebas de ADN a los huesos en la húmeda cripta e intentar contrastarlos con los de las tres mujeres enterradas en un convento cercano.
Los historiadores dicen que Gherardini, cuyo nombre de casada, 'Gioconda', es usado en referencia a la Mona Lisa, pasó sus últimos años en el convento de Santa Úrsula, un edificio en ruinas donde comenzó la búsqueda de sus huesos el año pasado. Vinceti cree que una de las tres podría ser Lisa Gherardini.
«Durante siglos, historiadores de todo el mundo han venido con varias teorías sobre quién había sido esta mujer enigmática y misteriosa», dijo a los periodistas a las puertas de la basílica Santissima Annunziata de Florencia.
Vinceti espera que algunos de los huesos de la cripta que está detrás del altar principal de Santissima Annunziata pertenezcan a al menos un pariente de la musa de Leonardo, probablemente su hijo Piero.
Una vez que se consiga una coincidencia de ADN, Vinceti dice que puede generarse una imagen del rostro de Gherardini a partir del cráneo de Santa Úrsula y compararse con la pintura, que es el principal atractivo del museo del Louvre en París.
«Cuando encontremos una coincidencia, entonces habremos encontrado a la Mona Lisa», dijo. La pintura, que atrae a millones de visitantes cada año, es famosa por su misteriosa sonrisa. El Louvre dice que probablemente se pintó entre 1503 y 1506.