Con el evento a todo trapo en Costa do Sauípe, un balneario en el nordeste de Brasil, los preparativos para el Mundial más caro de la historia entran en la recta final pese a accidentes, atrasos en las obras de algunos de los 12 estadios y sospechas de sobrefacturación.
Treinta y dos equipos clasificaron para el Mundial, nueve de ellos latinoamericanos: Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, Honduras, México y Uruguay.
El sorteo, que comenzará a las 11:00 en Ecuador, repartirá a los ocho equipos cabeza de serie -Alemania, Argentina, Bélgica, Brasil, Colombia, España, Suiza y Uruguay- en igual número de grupos.
En seguida serán elegidos los otros tres integrantes de cada uno de los ocho grupos, con millones de aficionados alrededor del mundo comiéndose las uñas frente al televisor para saber qué le depara la suerte a sus equipos.
El sorteo definirá además el calendario y el lugar de los partidos. Como Brasil eligió un número récord de 12 sedes, puede ocurrir que algunos equipos tengan que jugar un partido en Porto Alegre y el siguiente en Manaos, en la otra punta del país a más de 3.100 kilómetros de distancia.
La FIFA convocó a campeones mundiales de todos los tiempos para echar una mano: el brasileño Cafú, el francés Zinedine Zidane, el italiano Fabio Cannavaro, el argentino Mario Kempes, el inglés Geoff Hurst y el uruguayo Alcides Ghiggia, autor del gol de la victoria sobre Brasil en la final del Mundial de 1950.
Brasil quiere que el sorteo transmita la vitalidad, alegría y hospitalidad de un país que es sinónimo de fútbol.
En la ceremonia en Costa do Sauípe, a unos 70 kilómetros al norte de Salvador de Bahía, estará la leyenda del fútbol brasileño Pelé y habrá música del grupo de percusión Olodum.
Pero a seis meses del pitazo inicial, hay todavía muchos cabos sueltos en los preparativos del torneo en el que Brasil invertirá unos 33.000 millones de reales (14.000 millones de dólares).